El presidente Barack Obama se mostró insatisfecho con la declaración del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, de permanecer en el cargo y transferir el poder al vicepresidente Omar Suleiman.
Para el mandatario estadounidense es claro que "demasiados egipcios siguen sin estar convencidos de la seriedad con la que el gobierno pretende emprender una transición genuina a la democracia".
También subrayó que en definitiva "es responsabilidad del gobierno el hablar claramente al pueblo egipcio y al mundo".
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El presidente Obama consideró al declaración de Mubarak insuficiente para satisfacer las demandas de los manifestantes que piden un cambio democrático y agregó que "el Gobierno egipcio debe presentar un camino creíble, concreto e inequívoco hacia una democracia genuina, y ellos aún no han aprovechado esa oportunidad".
A través de un comunicado escrito Obama dijo que el gobierno egipcio debe "expresar en un lenguaje claro y sin ambigüedades" cual será el camino hacia un proceso democrático y se mostró agregó que " creemos que esta transición debe demostrar inmediatamente un cambio político irreversible, y un camino negociado hacia la democracia".
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Obama había hablado brevemente sibre la situación en Egipto desde Michigan antes del discurso de Mubarak y posteriormente volvió a reclamar al gobierno de Egipto respete los derechos de su pueblo y negocie de inmediato una vía hacia las elecciones libres.
Estados Unidos proporciona al gobierno egipcio al menos $1.500 millones de dólares anuales en ayuda para las fuerzas armadas.
