El cuestionado gobierno del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, acusó a Estados Unidos de querer imponer su voluntad ante un leal aliado en el Medio Oriente.
El gobierno del presidente Barack Obama por su parte, insiste en que Egipto aún no ha cumplido con en lo más mínimo con las reformas exigidas por su pueblo.
En una entrevista con la televisión pública estadounidense, PBS, el ministro de Relaciones Exteriores egipcio, Ahmed Aboul Gheit, condenó enérgicamente recientes comentarios de funcionarios del gobierno del presidente Obama sobre la situación en Egipto.
Aboul Gehit dijo que las declaraciones del gobierno de Estados Unidos, realizadas en los primeros días de la crisis respecto a que el cambio se debía producir en lo inmediato no fueron particularmente bien recibidas.
El canciller Gehit dijo que cuando desde Estados Unidos “se habló sobre hacer algo rápido, inmediato, ahora, es como si se estuviera tratando de imponer su voluntad a un gran país como Egipto, a un gran amigo que siempre ha mantenido la mejor relación con Estados Unidos”.
Aboul Gheit agregó que el mensaje de la administración Obama es mucho mejor ahora porque Estados Unidos parece entender que un abrupto cambio llevaría al caos.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley, sugirió que Aboul Gheit no debe estar sorprendido de los reclamos, porque los pedidos de reforma democrática han sido realizados por Estados Unidos desde hace mucho tiempo.
