Al menos una persona murió en Mali, mientras manifestantes en la capital intentaron ocupar edificios clave del gobierno y bloquearon las carreteras principales el viernes exigiendo la renuncia del presidente Ibrahim Boubacar Keita.
El líder de 75 años dijo en un comunicado que lamentaba las "pérdidas humanas y materiales" que habían causado las protestas.
La televisión estatal de Malí salió del aire poco después de que una multitud de manifestantes se reuniera frente a la emisora estatal ORTM.
Videos tomados en la capital, Bamako, por el servicio Bambara de VOA muestra a una multitud de manifestantes estimados en decenas de miles reunidos fuera del edificio de la asamblea nacional, exigiendo que Keita renuncie.
Según los informes, los guardias nacionales también lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes que arrojaban piedras al edificio del parlamento. Se vio a los manifestantes construyendo barricadas con neumáticos en llamas para bloquear una carretera principal.
También se vio a grupos de manifestantes tratando de tomar dos puentes principales en la ciudad, lo que condujo a batallas con la policía.
Los testigos informaron haber escuchado disparos cerca de la asamblea nacional y la emisora estatal. Esta es la tercera protesta masiva en Bamako en los últimos dos meses.
Los líderes de la protesta están pidiendo a los partidarios que ocupen edificios como parte de una campaña de desobediencia civil para obligar a Keita a renunciar por no promulgar reformas políticas.
Keita, en el poder desde 2013, ha sido duramente criticado por no poner fin a una insurgencia yihadista de larga data y mejorar los problemas económicos del país africano.
Ousmane Diallo, investigador de África Occidental francófona en Amnistía Internacional, dijo a VOA esta semana que muchos malienses también están enojados por el presunto fraude en las recientes elecciones legislativas y la mala gobernanza general.
El miércoles, Keita prometió reformas a la corte constitucional en un esfuerzo por apaciguar a los manifestantes. El tribunal ha estado en el centro de la controversia luego de revocar los resultados provisionales para la encuesta parlamentaria de marzo, que afecta a varias docenas de escaños.
Una misión del grupo regional ECOWAS ha pedido al gobierno que celebre nuevas elecciones en los distritos donde se disputan los resultados.