El general estadounidense de más alto rango en el Medio Oriente dijo el martes que los reportes de inteligencia que indicaban que Rusia pudo haber pagado recompensas a militantes talibanes en Afganistán para que mataran tropas estadounidenses eran preocupantes, pero admitió que no está convencido de que ninguna recompensa haya resultado en muertes estadounidenses.
El general Frank McKenzie, el jefe del Comando Central, dijo en una entrevista telefónica con un pequeño grupo de reporteros que Estados Unidos no aumentó sus medidas de protección a sus fuerzas en Afganistán como resultado de la información, aunque sí le pidió a su personal de inteligencia que indagaran más sobre el asunto.
"Me pareció muy preocupante. No encontramos que hubiese ningún vínculo causante ahí”, dijo McKenzie, que es el primer oficial del Pentágono en hablar públicamente sobre el tema.
Advirtió sin embargo, que Rusia ha sido por mucho tiempo una amenaza en Afganistán, donde han habido muchos reportes de que ha apoyado a combatientes talibanes con recursos y armamento.
Según funcionarios de inteligencia estadounidenses, información de que Rusia ofreció recompensas a los talibanes por matar estadounidenses fue incluída en un informe de inteligencia al presidente Donald Trump a finales de febrero. La Casa Blanca sin embargo ha negado que Trump haya sido informado en ese momento, argumentando que la inteligencia no era creíble como para llevarla ante el presidente.
McKenzie dijo que mientras él no podía establecer ningún vínculo entre algún posible pago y muertes estadounidenses, es común que la inteligencia no sea totalmente definitiva.
"Debemos recordar siempre, los rusos no son nuestros amigos”, dijo McKenzie, quien está de gira por el Medio Oriente. “No son nuestros amigos en Afganistán. No nos desean lo major, y eso debemos recordarlo en todo momento cuando evaluemos la inteligencia”.
Agregó que no hubo necesidad de reforzar la seguridad de las tropas porque Estados Unidos ya toma “extremas medidas de protección de sus fuerzas” en Afganistán. “Que si los rusos le están pagando a los talibanes o no, en los últimos años, los talibanes han hecho lo mejor que han podido para realizar operaciones en contra nuestra”.
Sólo días después del supuesto informe de inteligencia de febrero, Estados Unidos firmó un acuerdo con el Talibán, estableciendo el retiro de las fuerzas americanas en Afganistán para en mayo del 2021. Esa fecha sería casi 20 años después que tropas estadounidenses invadieron ese país tras los ataques del 11 de septiembre del 2001 perpetrados por militantes de Al-Qaeda.
Trump ha dicho reiteradamente que desea retirar a todas las tropas estadounidenses de Afganistán. Su llamado en mayo para una salida rápida alimentó especulación de que quería a las tropas en casa para el día de las elecciones en noviembre, como parte de su compromiso para terminar la participación de Estados Unidos en lo que él llama “guerras sin fin”.
Estados Unidos retire varios miles de tropas este año, y ahora tiene unas 8.600 aún en Afganistán. Retiros adicionales de tropas estarán en dependencia del cumplimiento del compromiso de los talibanes de que grupos extremistas, como Al Qaeda y el Estado Islámico, no podrán usar ese país para organizar ataques contra Estados Unidos.
Al preguntársele sobre la posibilidad de retirar más tropas, McKenzie dijo que no cree que haya aún las condiciones que permitan una reducción significativa.