Los activistas de derechos humanos de Siria dicen que las fuerzas de seguridad del gobierno dieron muerte a once personas e hirieron a decenas más en el noroccidente del país, en tanto que las Naciones Unidas (ONU) afirman que el total de víctimas fatales en el levantamiento excede los 5.000 desde marzo de 2011.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, dijo este martes 13 de diciembre de 2011 que las muertes se produjeron en la provincia de Idlib, una zona cercana a la frontera con Turquía donde se han producido disturbios.
La alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, dijo que su oficina ha recibido información confiable de una variedad de fuentes, la cual indica que el total de muertes desde que comenzaron las protestas en marzo, “posiblemente supera los 5.000”.
Pillay dio a conocer su declaración poco después de reunirse con el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, donde pidió que la violencia en Siria sea investigada por la Corte Penal Internacional.
La alta comisionada dijo que "basada en la evidencia y la amplia y sistemática naturaleza de los asesinatos, las detenciones y los actos de tortura, creo que esos actos constituyen crímenes contra la humanidad, y recomendé que se refiera el caso a la Corte Penal Internacional”.
La alta funcionaria de Derechos Humanos de la ONU también advirtió que las fuentes temen que pronto habrá un gran asalto a la ciudad de Homs, punto central de las protestas sirias.
Entretanto, la agencia estatal de noticias siria, SANA, informó este martes que tropas fronterizas se enfrentaron con un grupo de 15 terroristas que trataban de ingresar al país desde Turquía, y dieron muerte a dos de ellos.
Indignación por víctimas
Por otra parte, varios miembros del Consejo de Seguridad de la ONU dijeron que están angustiados por la información presentada al Organismo por la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, acerca de que el total de muertes en las protestas de Siria pasa de cinco mil.
La vice representante permanente de Estados Unidos, Rosemary DiCarlo, dijo que la crisis de derechos humanos en Siria es una amenaza para la paz y la seguridad internacional. DiCarlo señaló que la cifra estimada de muertes en Siria se ha más que duplicado en los últimos cuatro meses, y que es “inmoral” que el Consejo de Seguridad no haya protestado por la situación recientemente.
En octubre, China y Rusia vetaron un borrador de resolución que condenaba la mortal represión contra los manifestantes anti-gobierno de Siria.
Sin embargo, este martes 13 de diciembre, el ministro de Relaciones exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que es “inmoral” que las naciones occidentales acusen a Moscú de bloquear la labor del Consejo de Seguridad, al mismo tiempo que se niegan a presionar a las que llamó, las partes “extremistas armadas” de la oposición siria.
El embajador de Alemania ante la ONU, Peter Wittig, dijo que su país se hace eco de la afirmación de la jefe de derechos humanos de la ONU, Navi Pillay, quien dijo que las fuerzas de seguridad sirias han cometido crímenes contra la humanidad este año.
Wittig agregó que el informe de la funcionaria indica que hay una “pauta consistente” de una “política estatal” en lo que se refiere a la represión de los civiles.
El embajador británico en las Naciones Unidas, Mark Lyall Grant, dijo que fue “el informe más horrible” del Consejo de Seguridad en los últimos dos años. Señaló el diplomático que la situación se está deteriorando con una concentración de fuerzas militares en Homs y con decenas de miles de detenciones, torturas y violaciones.
Todos los representantes expresaron la necesidad de colaborar con la Liga Árabe en lo que el embajador alemán ante la ONU calificó como “una crisis regional de grave magnitud”.