El presidente de Bolivia, Evo Morales, se reunió en la mañana de este jueves 11 de agosto de 2011 en China, con el primer ministro Wen Jiabao, para buscar captar más inversiones y dialogar sobre “posibles financiaciones, créditos, transferencia tecnológica y temas comerciales” con las autoridades del gigante asiático, dijo el ministro de la presidencia, Carlos Romero.
"Es un viaje estratégico, dado que el país está impulsando una serie de iniciativas, de megaproyectos estratégicos de desarrollo que tienen que ver con la diversificación de la economía, con proyectos de industrialización en el ámbito de la explotación del hierro, del litio, de la química y de otras industrias", explicó Romero, según un comunicado de la Presidencia de Bolivia.
Morales adelantó que propondrá al gobierno chino la construcción de una línea ferroviaria que atraviese su país y que permita a Bolivia conectarse con un puerto peruano, como forma de estimular el comercio y compensar, en parte, la falta de una salida al mar.
Otro de los puntos importantes del viaje del mandatario será la construcción del satélite de comunicaciones Túpac Katari, que costará $300 millones de dólares, de los cuales $45 millones serán financiados por el Tesoro General boliviano y los restantes $295 millones con un crédito del Banco de Desarrollo de China.
"Entre las reuniones más importantes están las previstas con las máximas autoridades (de China) y con algunos sectores importantes, como el presidente del Banco de Desarrollo de China con quien tenemos que hablar temas de crediticios y de financiamiento", afirmó Romero.
Morales viajó acompañado de los ministros de Planificación, Economía y Finanzas y Comunicación. Tiene previsto regresar el próximo lunes.
Protesta indígena contra carretera
Mientras el mandatario se encuentra en China, en Bolivia los pobladores indígenas de una reserva ecológica realizaban manifestaciones este miércoles en rechazo a la construcción de una carretera que atravesará la reserva.
Los indígenas alegan que el proyecto causará daños ambientales, destruirá bosques y contaminará ríos, informó la agencia AFP.
La obra costará $415 millones de dólares, de los cuales la mayor parte será financiada por Brasil. Se prevé que su construcción estará pronta para el 2014.