Será la navidad más fría en 20 años y áreas de Nueva York y Nueva Jersey ya han visto caer casi un metro de agua. La combinación con las bajas temperaturas que se desploman a menos cero provoca condiciones peligrosas en las carreteras por congelamiento, advierten las autoridades, que han pedido a los residentes permanecer en casa. Pero no todos podrán hacerlo.
Un millón y medio de hogares y negocios han sufrido cortes de electricidad y miles de viajeros viven una pesadilla en los aeropuertos tratando de llegar a sus destinos en este festivo navideño con más de 4.000 vuelos cancelados en todo el país.
La gobernadora de Nueva York declaró el estado de emergencia y los equipos del departamento de Sanidad están listos con toneladas de sal y camiones para palear la nieve. Los vientos de hasta 80 kilómetros por hora afectan la autopista interestatal I95 que recorre el noreste del país.
Pasajeros frustrados por sus vuelos cancelados intentan llegar a sus destinos por carretera, pero la gobernadora hizo un llamado a posponer los viajes y no arriesgarse en medio del clima extremo.