Miles de mexicanos participaron en la marcha silenciosa para decir que están cansados y enfermos de la mortal violencia de las drogas y del fracaso del gobierno para ponerle fin.
La marcha silenciosa de cuatro días convocada por el poeta Javier Sicilia partió el jueves desde Cuernavaca hasta la capital en un recorrido de 90 km para reclamar el fin de la violencia vinculada al narcotráfico que ha causado decenas de miles de muertos en el país.
Los manifestantes dijeron que están frustrados por la incontenible violencia entre el gobierno y las pandillas rivales de las drogas en el norte de México. Señalaron que los enfrentamientos se han vuelto más mortales desde que el presidente Felipe Calderón envió miles de soldados al área en 2006.
Sicilia, cuyo hijo fue torturado y asesinado en marzo junto a otras seis personas presuntamente por narcotraficantes, y los manifestantes exigen a los cárteles que cesen sus cruentas disputas por el tráfico y el mercado de las drogas.
De la misma forma, la protesta silenciosa es una forma de llamar la atención del gobierno para que replantee su estrategia militar.
"El ejército, hay que ser realista, tiene que volver a los cuarteles aunque no puede ser de la noche a la mañana porque si no nos quedamos frente a estos" (los narcotraficantes), dijo Sicilia en una conferencia previa a la marcha.
La policía ha logrado capturar o dar muerte a varios jefes del narcotráfico, pero la operación gubernamental ha llevado a la muerte de más de 35.000 personas, punto que destacó Epigmenio Ibarra, otro manifestante.
Los soldados fueron desplegados "violando su condición, que es ser los custodios de la paz para que este país no sea invadido, y obligaron al crimen a armarse de la misma manera que ellos", argumentó.
Calderón pide comprensión
La semana pasada otros 11 cuerpos fueron encontrados en una serie de fosas comunes en la ciudad de Durango, llevando a 157 el total de restos descubiertos. En el estado de Tamaulipas se han encontrado 183 víctimas en tumbas colectivas, muchas se cree que eran pasajeros de autobuses que fueron secuestrados y ejecutados.
La noche antes del inicio del arranque de la marcha, el presidente Felipe Calderón difundió un mensaje especial para pedir "comprensión y apoyo" a la ciudadanía para la ofensiva militar antidrogas que lanzó a su llegada al cargo en diciembre de 2006 y que cuenta con unos 50.000 soldados.
"Hay quienes, de buena o mala fe, buscan detener la acción del gobierno", afirmó Calderón. "No es opción retirarse de la lucha, al contrario. Hay que redoblar el esfuerzo porque si dejamos de luchar ellos van a secuestrar, extorsionar y matar por todo el país".
Sicilia le replicó este jueves: "no podemos comprender que nada más entienda que los criminales están allá afuera. Si están allá afuera es porque las instituciones y el Estado están cooptados".