El Banco Central Europeo (BCE) salió al mercado para comprar cantidades mayores de lo esperado de obligaciones públicas irlandesas y portuguesas con la finalidad de estabilizar la eurozona.
La decisión de la entidad bancaria del bloque de 27 países fue operar por tramos de $100 millones de euros sobre los títulos irlandeses y europeos para reducir los intereses, y se concretaron en línea con el anuncio del presidente del organismo, Jean-Claude Trichet, sobre el avance de la compra de obligaciones públicas. "El programa continúa", explicó Trichet, aunque sin ofrecer mayores precisiones.
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Mejor aún, al ser preguntado al respecto, Trichet sólo dijo que el BCE publicará "al comienzo de la semana próxima" el monto de las intervenciones.
El presidente del BCE insistió en señalar durante toda la semana que el euro es "fiable" y que como moneda no está en crisis.
Brasil aumenta encaje
Del otro lado del Atlántico, una de las grandes economías emergentes también anunció medidas económicas.
Brasil decidió elevar los requerimientos de reservas sobre los depósitos bancarios para desacelerar el fuerte crecimiento del crédito que estaba impulsando a la inflación.
En el caso de Brasil, la medida está orientada ha enfriar el ritmo inflacionario cuando la economía del país crece a su mayor ritmo en casi tres décadas. También el Banco Central de Brasil apunta así a ajustar el crédito y combatir la inflación, pero sin elevar la tasa de interés.
Con los nuevos requerimientos del Banco Central de Brasil, ahora los bancos tendrán que destinar más dinero a los depósitos con el regulador y reducir los fondos disponibles para créditos de consumo y corporativos.
"Esta medida, que tiene una naturaleza macroeconómica y preventiva, reduce la liquidez en los mercados financieros y el surgimiento de tendencias no sostenibles, las burbujas en el crecimiento del volumen de crédito y la toma de riesgos que podrían ser negativos para la economía", dijo el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, en una rueda de prensa.
Las estimaciones apuntan a que el aumento del encaje bancario imitará el crédito que ha impulsado el consumo y generado preocupaciones sobre la generación de una burbuja de precios, en particular en el crédito.
