El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se mostró dispuesto el viernes a seguir vendiéndole petróleo a Estados Unidos, aún después de insistir que debe retirarse todo el personal diplomático estadounidense de su país en el plazo otorgado tras ordenar un rompimiento de las relaciones diplomáticas.
Maduro advirtió a periodistas desde el palacio presidencial que su decisión de ruptura es con el gobierno del presidente Donald Trump y no con el país, a raíz del apoyo que le brindó la Casa Blanca al líder del Congreso opositor, Juan Guaidó, quien se juramentó esta semana como presidente interino de la nación petrolera.
El mandatario, bajo fuerte presión internacional para que en Venezuela se hagan nuevas elecciones, dijo que si Estados Unidos decidiera no comprar más crudo a su país, él buscaría otros mercados.
El presidente reiteró sus denuncias de que la juramentación de Guaidó como presidente interino forma parte de un golpe de Estado fraguado por Estados Unidos y asomó que tampoco le importaría que salieran otras representaciones diplomáticas como la de España.
Maduro consideró "insolentes" los comentarios que hiciera el canciller del país europeo a favor de nuevas elecciones.