El ex mandatario de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, terminó su visita a Cuba, de donde salió “satisfecho” por el progreso de los acuerdos realizados entre ambas naciones durante su mandato.
Lula también se reunió con el ex líder cubano Fidel Castro de quien mencionó se encuentra “muy hablador como siempre”.
Da Silva recorrió junto al mandatario cubano Raúl Castro el remozado puerto de Mariel, a unos 45 kilómetros al oeste de la capital, en el cual Brasil tiene una fuerte inversión millonaria.
También se emprenden construcciones de carreteras y vías férreas, así como una terminal de contenedores.
Se espera que una vez terminado, el Puerto de Mariel -que antes era una terminal periférica de poca capacidad- sea el eje de un polo industrial y hasta petroquímico que en la práctica reemplazará las actividades que se realizan en la propia Bahía de La Habana, cuyo calado es escaso para las necesidades de los actuales barcos.
Brasil dispuso, desde los tiempos de la presidencia de Lula (2002-2010), de una inversión de $300 millones de dólares para el proyecto, el más importante de la nación sudamericana.
Lula realizó una invitación, desde La Habana, a la actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para que visite la isla. Luego de ser despedido por el presidente Castro, Lula partió hacia Venezuela en donde tiene previsto reunirse con Hugo Chávez.
