Cuba firma nuevos acuerdos de cooperación con China durante la visita del vicepresidente Xi Jinping al país poco después de que Cuba comenzara a implementar el paquete de medidas reformistas.
Este nuevo acercamiento entre el país asiático y la región latinoamericana refleja el interés por los cambios que propone la isla en un nuevo impulso al socialismo, según las líneas que acordaron en el último Congreso del Partido Comunista, que aprobó más de 300 reformas al sistema, entre ellas, la expansión de la iniciativa privada y un recorte en el sector público.
El vicepresidente chino comenzó una gira que le detuvo primero en Roma y le mantendrá dos días más en Cuba, antes de partir a Uruguay y Chile, para impulsar las relaciones económicas entre Pekín y América Latina.
"Mi actual visita tiene como propósito ampliar las coincidencias, incrementar la amistad y profundizar la cooperación en procura conjunta del desarrollo", dijo Xi a su llegada al aeropuerto de La Habana, según recoge la agencia Reuters.
Cuba debe miles de millones de dólares en préstamos a China, que se ha convertido en su principal acreedor y segundo socio comercial después de Venezuela.
El recorte de más de un millón de empleos del Estado cubano y la apertura del mercado inmobiliario, se reflejarán en una mayor autonomía a las empresas estatales, siguiendo alguno de los pasos que ya dieron China y Vietnam.
"El recién concluido VI Congreso del Partido Comunista de Cuba marcó el rumbo para el desarrollo del país", señaló el representante chino.
La Habana importa productos para sectores como la energía, el transporte, la salud, la educación y la agricultura, mientras Pekín le compra níquel, azúcar, ron, medicinas y productos de biotecnología.
Según cifras oficiales, el intercambio comercial entre Cuba y China fue de $1.500 millones de dólares en el 2009, un aumento en la última década, desde $440 millones de dólares en 2001 hasta $1.830 millones de dólares en 2010.