El gobierno italiano, cuyas fuerzas militares desempeñaron hasta ahora un papel limitado en las operaciones en Libia, decidió que sus aviones de guerra bombardeen objetivos del régimen de Moammar Gadhafi.
Un comunicado difundido en Roma por la oficina del primer ministro, Silvio Berlusconi, indicó que éste había informado por teléfono al presidente de EE.UU., Barack Obama, de la decisión y que también sería comunicada a otros líderes en Europa.
Según el comunicado, Italia decidió "incrementar la flexibilidad operativa de sus aviones con acciones destinadas a objetivos militares específicos en territorio libio con el fin de proteger a la población civil".
El ministro de Defensa italiano, Ignazio La Russa, aseguró que las aeronaves no realizarán "bombardeos indiscriminados" sino misiones con “misiles de precisión” para evitar bajas civiles.
El gobierno de Berlusconi atribuyó su decisión a que la situación se “ha vuelto terrible” en Misrata, ciudad a unos 200 kilómetros al este de Trípoli y que durante semanas ha sido asediada por las tropas de Gadhafi.
Hasta ahora, la fuerza aérea italiana estuvo solamente involucrada en vuelos de reconocimiento para hacer cumplir la zona de exclusión aérea sobre Libia y el embargo de armas decretado contra ese país.
El cambio de postura de Italia se produce después de un llamamiento formulado a los aliados por el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, el pasado 14 de abril durante una reunión del Consejo Atlántico del 14 de abril en Berlín, en la que se acordó intensificar los ataques contra las fuerzas de Gadhafi.