La “Ley del Sueño y la Promesa Estadounidense” volverá al Congreso de Estados Unidos con apoyo de un grupo bipartidista de legisladores y organizaciones proinmigrantes, según anunció el miércoles la congresista demócrata Sylvia García.
El proyecto busca ofrecer un camino hacia la ciudadanía estadounidense para los beneficiarios de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), Estatus de Protección Temporal (TPS) y Salida Forzosa Diferida (DED).
“Ya tenemos más de 200 patrocinadores, así que no estoy aquí sola… vamos a luchar arduamente para asegurarnos de que llegue al presidente y le vamos a decir que si quiere una solución, la tenemos y tenemos un plan… Es hora de actuar en nombre de todos los estadounidenses y proteger a esta gente que ha estado aquí toda su vida”, dijo García en conferencia de prensa.
En una entrevista en diciembre de 2024, el entonces presidente electo de EEUU, Donald Trump, aseguró que se debía “hacer algo sobre los soñadores porque son personas que fueron traídas muy jóvenes y muchos ahora son de mediana edad, ni siquiera hablan el idioma de sus países”.
Trump aseguró que buscaría “trabajar con los demócratas en un plan” pero, según el presidente, “lo han hecho muy difícil”.
“Biden pudo haberlo hecho pero no lo hizo”, agregó.
El miércoles, durante el anuncio, a la congresista demócrata de Texas también se unieron una decena de representantes, incluyendo a Andriano Espaillat y Nydia Velázquez de Nueva York.
“Los soñadores y los beneficiarios del TPS han hecho todo bien. Siguen las reglas, trabajan duro. Han hecho sacrificios. Y, por cierto, los beneficiarios del TPS vinieron aquí porque el gobierno de los Estados Unidos los invitó a venir. De El Salvador a Haití, a países de África, Venezuela… están aquí, trabajando duro y cumpliendo las reglas”, dijo Velázquez.
Los “soñadores” son jóvenes que llegaron a EEUU sin un estatus migratorio durante su infancia y a través de DACA, tienen un alivio temporal de la deportación y autorización de trabajo.
¿Cómo funcionaría esta ley?
El proyecto de ley se divide en dos partes. La primera sección llamada “Sueño Estadounidense” estipula que se debe proporcionar una residencia permanente condicional durante 10 años a quienes hayan entrado a EEUU siendo menor de edad y tengan un estatus de DACA, TPS o DED.
Los requisitos incluyen que la persona esté presente físicamente de forma continua en el país, que apruebe una verificación de antecedentes y que esté inscrita o haya completado determinados programas educativos.
Tener una “residencia permanente condicional” significa que el gobierno estadounidense tendría la potestad de remover el estatus si determina que la persona incumplió las condiciones requeridas para solicitarla.
La segunda parte, llamada “Promesa estadounidense” busca extender estas protecciones a otras personas que llegaron a EEUU siendo mayores de edad y están cobijados o eran elegibles para TPS y DED, y han estado en el país al menos tres años seguidos.
En EEUU los inmigrantes que tengan residencia permanente durante cinco años pueden solicitar la ciudadanía estadounidense.
Alexis Toro Juárez, un beneficiario de DACA dijo durante la conferencia de prensa que esta ley le proveería la “estabilidad” que necesita para continuar sus estudios universitarios.
“Yo también soy indocumentado y no tengo miedo, aunque mi familia y yo nos mudamos a EEUU cuando era niño; fue hasta mi último año de secundaria que realmente comencé a enfrentar las realidades de ser indocumentado… Cuando escuché por primera vez que se iba a volver a presentar la Ley del Sueño y la Promesa Estadounidense, sentí una sensación de esperanza nuevamente”, expresó Toro Juárez.
Este proyecto de ley había sido presentado en 2019, 2021 y 2023. Las primeras dos ocasiones logró pasar la Cámara de Representantes, pero no lograron ser consideradas en el Senado. La última, en 2023, fue remitida a las comisiones de Justicia y de Educación, sin pasar de allí.
En la más reciente ocasión contaba con 207 copatrocinadores. Entre ellos, cuatro republicanos como María Elvira Salazar de Florida, quien recientemente también reintrodujo ante el Congreso la Ley de Ajuste Venezolano, que permitiría a ciertos venezolanos que cumplan con los requisitos, incluido el ingreso a Estados Unidos antes o el 31 de diciembre de 2021, ajustar su estatus migratorio y obtener la residencia permanente.
Las leyes deben ser introducidas nuevamente con cada cambio de Congreso.
Hasta septiembre de 2024 había unos 538.000 beneficiarios activos de DACA, la mayoría de México, El Salvador y Guatemala. Mientras más de 863.000 personas tendrían TPS.
En 2017, durante su primer término, la administración Trump anunció el fin de DACA, lo que desató una serie de demandas que pausaron la expiración de estos beneficios. En enero de 2025, un juez federal determinó que DACA era ilegal, sin embargo, permitió que continuaran las solicitudes de renovación de beneficios.
Actualmente, el gobierno estadounidense no está procesando nuevas solicitudes de DACA.
Por otro lado, a inicios de febrero, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS), Kristi Noem, emitió una orden con la que puso fin al TPS para Venezolanos. Días después también se canceló la extensión que se había dado al programa para haitianos.
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