Las fuerzas rusas que avanzan sobre Kiev y otras ciudades clave como parte de un plan para "decapitar" al gobierno de Ucrania parecen haber perdido algo de impulso, advirtieron el viernes funcionarios estadounidenses y occidentales, ya que ellos y Moscú intensificaron las operaciones de información para mantenerse al día con los combates en el terreno.
Las explosiones y los disparos continuaron sacudiendo partes de la capital ucraniana el viernes, junto con áreas cercanas a Kharkhiv en el norte y Kherson en el sur, mientras las fuerzas rusas continuaban su lenta marcha hacia Ucrania.
Un alto funcionario de defensa de EE. UU., que informó a los reporteros bajo condición de anonimato para hablar sobre inteligencia, dijo que el ataque ruso había desatado una andanada de más de 200 misiles balísticos y de crucero desde que comenzó la invasión, la mayoría de ellos contra el ejército ucraniano.
Pero el funcionario agregó que los servicios de inteligencia indicaron que la operación no iba tan bien como esperaban los comandantes rusos.
"Los rusos han perdido un poco de su impulso", explicó el funcionario. "No están avanzando tan lejos o tan rápido como creemos que esperaban".
El avance ruso sobre Kiev, en particular, parece haberse estancado.
“Están encontrando más resistencia de la que esperaban”, afirmó el funcionario estadounidense, y agregó que las fuerzas rusas aún tenían que establecer la superioridad aérea a pesar de la ventaja numérica y los esfuerzos para eliminar las defensas aéreas ucranianas.
En Kiev, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy trató de unir a su nación, rechazando los rumores de que había huido de la ciudad e insistiendo en que él y otros funcionarios del gobierno “están todos aquí, defendiendo nuestra independencia, nuestro estado”.
Por su parte funcionarios rusos respondieron que sus fuerzas habían logrado un progreso sólido en lo que describieron como un esfuerzo por eliminar una amenaza terrorista y que habían tomado el control del aeropuerto estratégico de Hostomel, al noroeste de Kiev.
La afirmación de Rusia no se confirmó de inmediato, pero las autoridades ucranianas informaron de intensos combates allí.
Las cosas podrían cambiar rápidamente
Mientras tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, denunció lo que llamó “ataques horribles con cohetes” en la ciudad, algunos de los cuales alcanzaron áreas civiles.
El alcalde de Kiev, el ex campeón mundial de boxeo de peso pesado Vitali Klitchko, dijo que la ciudad había entrado en una fase defensiva.
Los funcionarios occidentales, aunque elogiaron a las fuerzas ucranianas, advirtieron que la situación era fluida y señalaron que las cosas podrían cambiar rápidamente, especialmente dado que alrededor de dos tercios de las 190.000 tropas rusas acumuladas a lo largo de la frontera con Ucrania aún no habían tomado parte en la contienda.
Funcionarios rusos, por su parte, dijeron el viernes que sus fuerzas habían logrado un progreso sólido en lo que describieron como un esfuerzo por eliminar una amenaza terrorista.
En una publicación en las redes sociales, el general de división ruso Igor Konashenkov dijo que las fuerzas de su país habían inhabilitado más de 200 instalaciones militares ucranianas.
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