La era Jurgen Klinsmann al frente de la selección de Estados Unidos fue anunciada con bombos y platillos, pero luego de cinco partidos, tres derrotas y una sola victoria ante Honduras, los nervios empiezan a atacar hasta al más entusiasta.
El combinado estadounidense cayó por tercera ocasión, esta vez ante Ecuador, pero lo más preocupante es el juego que el equipo muestra en la cancha.
Aunque el alemán intenta enviar un cuadro ofensivo y vertical con mayor posesión del balón, el equipo de las barras y las estrellas no logra verse cómodo frente a sus rivales, pierde la pelota con facilidad y en cinco partidos sólo ha conseguido dos goles.
Sin duda es muy pronto para hacer pronósticos y sacar conclusiones, pero tantas derrotas dejan un sabor amargo sobre el trabajo que está realizando el ex campeón mundial como jerarca de la selección estadounidense.
Ante Ecuador, Estados Unidos se vio con poca claridad para el ataque. El equipo ecuatoriano tampoco tuvo su mejor noche, pero Jaime Ayoví, quien ingresó en el segundo tiempo, inclinó la balanza a favor de su equipo en el minuto 79 al superar al defensa Tim Ream para marcar de cabeza el único tanto del partido.
En cinco partidos amistosos, Estados Unidos empató con México 1-1, perdió ante Costa Rica y Bélgica por marcador de 1-0, y le ganó por la mínima a Honduras.
Sin encuentros oficiales hasta el inicio de las eliminatorias mundialistas de junio de 2012, Klinsmann espera lograr el cambio de imagen que prometió o dejará una huella poco memorable en la historia del fútbol estadounidense.