El primer ministro británico Boris Johnson siguió adelante el domingo con sus planes de tratar de ganar respaldo parlamentario para su nuevo acuerdo de Brexit, aun cuando la Unión Europea ha comenzado a considerar el pedido que hizo de mala gana para extender la fecha límite.
Tras un día de drama en el Parlamento, los próximos pasos de la complicada y divisiva saga del Brexit se aclararon. El lunes habrá más medidas legales, luchas de poder, persuasión y amenazas solapadas de parte de Johnson y sus ministros y más enmiendas diseñadas por legisladores para impedir los planes de Johnson para retirar a Gran Bretaña del bloque de 28 países el 31 de octubre.
En medio de todo esto, líderes de la UE y funcionarios al otro lado del Canal de la Mancha sopesaban si dar o no al líder británico la extensión que él no quiere.
Conforme a la ley, Johnson envió el sábado una carta no firmada a la UE a último minuto pidiendo una prórroga. Pero luego envió otra misiva firmada indicando que él no es partidario de extender la fecha.
“Mi postura, y la postura del gobierno, es que otra extensión dañaría los intereses del Reino Unido y nuestros socios de la UE, y la relación entre nosotros”, escribió Johnson al presidente del Consejo Europeo Donald Tusk.
Johnson ha dicho desde hace tiempo que planea sacar al Reino Unido de la UE el 31 de octubre con o sin un acuerdo, y su ministro a cargo del Brexit enfatizó de nuevo esa postura.
“Vamos a retirarnos para el 31 de octubre”, dijo Michael Gove al Sky News el domingo. “Tenemos los medios y la capacidad para hacerlo”.
El jefe de negociaciones del Brexit de la UE, Michel Barnier, dijo que Tusk consultaría con otros líderes “en los próximos dos días” sobre el pedido de Johnson, pero la mayoría de las señales indican que la UE preferiría una extensión que un retiro abrupto sin acuerdo de Brexit.
El primer ministro finlandés Antti Rinne, cuyo país controla la presidencia rotativa de la UE, dijo el domingo que “tiene sentido darle tiempo adicional”.
En Londres, el secretario británico de Exteriores Dominic Raab dijo que cree que Johnson tiene suficiente apoyo para aprobar su acuerdo en el Parlamento, pero agregó que el gobierno seguirá hablando con su aliado irlandés, el Partido Democrático Sindicalista, para persuadirlos de que apoyen el acuerdo. Hasta ahora, el partido, que tiene 10 puestos en el Parlamento, se ha rehusado a apoyar el acuerdo de Johnson porque trata a Irlanda del Norte de manera diferente a otras partes del Reino Unido.