Insurgentes en Afganistán lanzaron mortales ataques en ciudades clave del país, el miércoles 20 de julio (2011), aún cuando la coalición continuó transfiriendo el control de seguridad a fuerzas afganas.
Funcionarios afganos dijeron que una batalla entre fuerzas locales e insurgentes dejó tres policías muertos, incluyendo el jefe de distrito, y dos militantes en la ciudad de Kandahar el miércoles.
Por otra parte, una bomba colocada en una bicicleta mató a por lo menos cuatro civiles, incluyendo un niño, e hirió a otras 10 personas en Mazar-i-Sharif. La norteña ciudad capital de la provincia de Balkh es una de siete áreas donde las fuerzas extranjeras están entregando la responsabilidad de seguridad a tropas afganas, en la primera fase de la transición de seguridad.
Anteriormente, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), transfirió el control de Lashkar Gah, la capital de la volátil provincia afgana de Helmand, durante una ceremonia. La ciudad sureña es la tercera área en ser entregada al gobierno afgano después de la provincia de Bamiyan y la relativamente pacífica ciudad de Mehterlam, en la oriental provincia de Laghman.
Las transferencias es la primera fase de un plan que llevará a que toda la seguridad del país quede en control afgano en los próximos tres años.