Naciones Unidas alertó de que 1.462 civiles murieron en Afganistán en el primer semestre del año, lo que supone un aumento del 15% respecto al mismo periodo del año anterior.
La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) indicó en un documento en el que precisa que muchas de las muertes fueron ocasionadas en el fuego cruzado entre insurgentes del Talibán y fuerzas afganas, estadounidenses o de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En concreto, el 80% de los muertos civiles entre enero y junio de 2011 se deben a los insurgentes, el 14% a las fuerzas pro gubernamentales (fuerzas afganas e internacionales), mientras que la responsabilidad del 6% restante no pudo ser atribuida.
"Los explosivos artesanales y los atentados suicidas, tácticas utilizadas por los elementos antigubernamentales, provocaron casi la mitad (49%) del conjunto de los muertos y heridos civiles", agrega este informe.
El mes de mayo de 2011, durante el cual murieron 368 civiles, fue el mes más mortífero del conflicto, había advertido la ONU a mediados de junio.
El número de civiles heridos también aumentó en 7%. En los primeros seis meses del año 2.144 civiles resultaron heridos en comparación con 1.997 del mismo periodo de 2010.
"La violencia aumentó al tiempo que (los insurgentes talibanes) tratan de demostrar que las fuerzas afganas de seguridad no pueden hacerse cargo de las tareas para imponer el orden en el país", agrega el estudio de la ONU.
