Inmigrantes detenidos en Estados Unidos entablaron una demanda el lunes contra lo que dijeron era atención médica deficiente y la omisión de las autoridades para atender las necesidades de los discapacitados.
En la demanda incoada por activistas en una Corte Federal de Distrito, los inmigrantes dijeron que los están aislando como castigo, y les niegan cirugía y atención médica recomendada. Agregaron que les han negado sillas de ruedas y a un inmigrante sordo que se comunica en la lengua de signos americana no le han proporcionado un intérprete.
Los problemas afectan a inmigrantes discapacitados y amenazan a cualquiera que ocupe una de las más de 50.000 camas para detenidos por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y que termine enfermándose o aislado de otros detenidos, dijo Monica Porter, abogada de Disability Rights Advocates, una de las organizaciones activistas que interpusieron la demanda.
“El ICE no puede simplemente celebrar un contrato con terceras partes para que operen sus centros de detención y luego lavarse las manos de las condiciones deplorables e ilegales en esos centros de detención”, dijo Tim Fox, codirector ejecutivo del Civil Rights Education and Enforcement Center, otro grupo activista.
El ICE, que en gran medida contrata a compañías privadas y a agencias policiales para obtener más espacio de detención, declinó comentar acerca de la demanda.
Un funcionario de la agencia dijo que se proporciona atención médica integral a todos los detenidos, incluida odontológica y urgencias las 24 horas. Señaló que los estudios muestran que aproximadamente el 1% de los detenidos son mantenidos en celdas segregadas en algún momento dado.
La demanda interpuesta en nombre de 15 inmigrantes de países que incluyen a Sudán y México, así como de organismos sin fines de lucro, pretende representar a inmigrantes detenidos en todo el país. El texto menciona problemas en ocho instalaciones, incluyendo un centro de operación privada en Adelanto, California, y la cárcel del condado Teller en Colorado.
Los activistas dijeron que desean ver cambios en el tratamiento médico y las políticas para los inmigrantes, los cuales están luchando para no ser deportados, y que se transfiera a inmigrantes a programas alternos.
El número de inmigrantes detenidos ha aumentado en los últimos años. En la actualidad hay un promedio diario de 55.000, según el ICE.
Uno de los demandantes, Faur Abdulá Fraihat, lleva más de dos años detenido en Adelanto y perdió la vista en el ojo izquierdo. Aunque un médico externo recomendó que fuera operado en abril, las autoridades de inmigración no le proporcionaron la cirugía y el mes pasado se le avisó que no era posible devolverle la vista, según la demanda.
Fraihat, de 57 años, que padece dolor de espalda y en las rodillas, indicó que le dieron una silla de ruedas pero se la quitaron después de un mes. Durante más de un año tuvo que depender de los agentes para que le trajeran alimentos, se afirma en el texto.
Dijo temer regresar a Jordania porque fue amenazado después de que se convirtió al cristianismo.
Otro detenido en las instalaciones ubicadas a unos 100 kilómetros (60 millas) al noreste de Los Ángeles dijo que fue segregado una semana tras presentar una queja contra un agente, señala la demanda.
Luis Manuel Delgadillo, un hombre de 29 años que ha vivido la mayor parte de su vida en Estados Unidos, tomaba medicamentos para la esquizofrenia y el trastorno bipolar, pero su tratamiento cambió después de que fue detenido en mayo. Desde entonces su salud mental se ha deteriorado y por ello no asistió a dos citas en el tribunal, se afirma en el texto judicial.