La nominación del senador Jeff Sessions como secretario de Justicia y la consideración del secretario de Estado de Kansas, Kris Kobach, para secretario de Seguridad Nacional en el gobierno de Donald Trump preocupa a los activistas proinmigrante que cuestionan sus pasados e ideas sobre la inmigración.
Como secretario de Justicia, Sessions tendrá un papel clave al establecer las normas y bases legales que dan forma al sistema migratorio. Como senador ya fue el principal defensor en el Congreso de combatir no sólo la inmigración irregular, sino también de reducir toda clase de inmigración, aumentar las deportaciones masivas e investigar más a fondo a los que entran en Estados Unidos.
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“El secretario de Justicia tiene mucho poder cuando se trata de la inmigración” dijo Stephen Yale-Loehr, profesor de la facultad de Derecho de la Universidad Cornell. “Tiene un puesto en la mesa cuando se toman las decisiones importantes”.
El secretario de Justicia puede ordenar a los fiscales federales que aumente el número de casos presentados contra inmigrantes atrapados cruzando la frontera, orientar las opiniones legales para defender acciones ejecutivas, priorizar la contratación de más jueces para tribunales migratorios, revocar decisiones clave de un comité federal de apelaciones migratorias y llevar a los tribunales la legalidad de las políticas migratorias de los estados.
En los últimos años, el Departamento de Justicia defendió la política del gobierno de Obama de proteger formalmente de la deportación a los soñadores y otorgarles permiso de trabajo.
Sessions y otros legisladores republicanos han descrito esa estrategia como una “amnistía por la puerta de atrás”.
Registro de entradas y salidas
Por su parte, Kobach, otro de los asesores de Trump en materia de inmigración fue fotografiado el domingo cuando entraba a reunirse con el magnate, llevando un documento titulado “Plan Estratégico de Kobach del Departamento de Seguridad Nacional para los Primeros 365 días”.
El Departamento de Seguridad Nacional es el encargado de aplicar las leyes de inmigración y mantener segura la frontera.
El documento muestra que su recomendación principal es “actualizar y reintroducir” el Sistema Nacional de Registro de Entradas y Salidas, o NSEERS, para todos los extranjeros de áreas de “alto riesgo”, un programa que él ayudó a crear cuando trabajo en el Departamento de Justicia tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
El esfuerzo, el cual incluyó a la postre el registro de más de 80.000 extranjeros, fue mayormente ridiculizado por grupos defensores de derechos civiles que dijeron que éste etiquetaba a extranjeros con base en su raza y religión.
El documento no específica qué extranjeros tendrían que registrarse como parte de una actualización del NSEERS.