Contra todo pronóstico, el presidente electo Donald Trump no solo estaría suavizando su postura en cuanto a políticas migratorias sino que estaría considerando presentar un plan de inmigración que deja a un lado las deportaciones masivas y abre paso a la legalización con camino a la ciudadanía.
Según uno de los asesores del consejo nacional hispano de Donald Trump, Luis Quiñonez, el presidente electo presentará un plan de reforma migratoria en los primeros cien días de gobierno.
“Donald Trump nos ha pedido que transmitamos el mensaje de que no habrán deportaciones masivas como la gente piensa, que por favor se calmen y que se tiene un programa para darles el sueño que ellos quieren”, dijo a la Voz de América, el asesor de Trump, Luis Quiñonez.
Quiñonez forma parte de un grupo de 14 asesores que conforman el Consejo Nacional de Asesores de Trump.
El muro
El programa sí considera la construcción de un muro, pero sería una “combinación virtual”, que incluiría sensores, drones de vigilancia y aumentos de guardias fronterizos.
“No podemos tener un muro de concreto de dos mil millas. Por ejemplo, en Arizona, donde la tierra al lado de la frontera pertenece en gran medida al gobierno sea local o federal, no habría problema, pero en Texas, donde el terreno es propiedad de los rancheros, ellos no permitirían que se les construya una pared al frente. Por eso, tenemos que coordinar lo virtual con lo real”, explica Quiñonez.
La Voz de América consultó con la analista en temas de inmigración y profesora de Ciencias Políticas, Jessica Lavariega-Monforti, quien afirma que sí es posible la creación de un muro a lo largo de la frontera con México, pero que la última decisión la tendrá el Congreso.
“El Congreso va a decidir de dónde sale el dinero para pagarlo. Si investigamos la historia de muros en el mundo, podemos ver que son caros para construir y mantener, y no resuelven los problemas de seguridad nacional ni del tráfico de personas, armas, y drogas. En vez de componer las cosas, puede crear tensiones entre EE.UU. y México”, dijo Lavariega-Monforti.
Sobre el llamado “muro virtual”, la analista en temas migratorios consultada por la Voz de América asegura que “las dos opciones son viables y van a costar mucho dinero. Para aumentar los patrullajes, necesitan más trabajadores y más entrenamiento. Todo eso es posible, pero va a tomar tiempo cumplir con todos los requisitos”.
Deportación masiva o sólo criminales
En cuanto a la deportación de indocumentados, el programa propuesto por Trump sólo se enfoca en los dos a tres millones de inmigrantes indocumentados que han cometido crímenes y sí acabará con los programas DACA, DAPA y el TPS.
“Sí vamos a sacar a los criminales y a quienes han estado viviendo del gobierno. Porque los inmigrantes vienen a trabajar y no a que los mantengan…Los amparados bajo DACA, DAPA y TPS no tendrán problemas porque estarían amparados por la reforma migratoria que les ofrecería un estatus permanente con camino a la ciudadanía”, aseguró el asesor de Trump.
La pregunta importante aquí es, cómo el gobierno de Trump va a definir a los criminales. Todos los inmigrantes, incluyendo aquellos con residencia permanente, pueden ser deportados si violan las leyes de inmigración de Estados Unidos.
Inmigrantes que tienen una felonía pueden ser deportables. Pero también hay una categoría que se llama crímenes de torpeza moral – esta incluye crímenes menores como fraude, hurto e intención de dañar personas o cosas. Los delitos de deshonestidad y robo se considerarán casi siempre crímenes de torpeza moral. Otros ejemplos serían el asalto con la intención de robar o matar, el abuso conyugal y la conducción agravada bajo la influencia ("DUI" o "DWI")”, aclara la experta.
La analista Jessica Lavariega-Monforti señaló que la cifra que anunció Trump de entre dos y tres millones de inmigrantes que serán deportados no conincide con la realidad.
Según el Departamento de Seguridad Nacional existen aproximadamente 1,9 millones de inmigrantes no ciudadanos que han cometido crímenes y están sujetos a deportación. Esta cifra incluye tanto a indocumentados como a residentes legales.
A ellos se sumarían los que supuestamente “viven” del gobierno, pero igual sería muy difícil definer quiénes se verían afectados.
El asesor de Trump aclaró que obviamente alguien que pidió ayuda para servicios médicos no entraría en esta categoría. Pero, al mismo tiempo existe una ley de 1996 que prohíbe a muchos inmigrantes no ciudadanos recibir beneficios financiados por el gobierno federal como Medicaid y cupones de alimentos.
Por todas estas circunstancias sería "muy difícil" según la analista definir cómo funcionaría el proceso de selección para deportación.
Plan de legalización o amnistía
El programa beneficiaría a todos los inmigrantes indocumentados que ingresaron al país hasta el 31 de diciembre de 2013. Los que llegaron después de esta fecha serían deportados.
“Si piensa legalizar a este grupo de inmigrantes tiene que convencer a los congresistas republicanos para que apoyen su plan. Eso no va estar fácil, ya lo han intentado otras administraciones antes y fallaron. Es posible que su administración tenga más suerte porque los miembros en el Congreso tienen mayoría republicana, pero muchos están en contra del cualquier tipo de amnistía o legalización”.
El plan propuesto al presidente electo, Donald Trump también incluye acelerar los trámites de todas las personas que presentaron sus solicitudes legalmente y están esperando la disponibilidad de una visa.
“Por qué hacer la inmigración ilegal más fácil que la legal. Estas personas que hicieron las cosas correctamente recibirán sus visas durante los 100 primeros días de gobierno. Estas personas merecen nuestro respeto y la ayuda para que entren al país inmediatamente”, aseguró Luis Quiñonez.
Cabe resaltar que este es el esquema del plan propuesto al presidente electo Donald Trump por el grupo de asesores hispanos, pero que todavía no ha sido ni anunciado ni confirmado.