Honduras se encuentra dividida hoy más que nunca. El golpe de Estado ocurrido en el país el pasado 28 de junio partió la opinión pública del país casi a la mitad.
Según la más reciente encuesta de Gallup un 46% de la población desaprueba el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya mientras que el 41% lo justifica.
Carlos Denton, presidente de la CID-Gallup Centroamérica, -una de las casas encuestadoras de mayor credibilidad en la región- explicó a la Voz de América cómo la mayoría, (56%), no apoyaba la conducta de Zelaya al intentar incluir una cuarta urna en las elecciones para convocar a una asamblea constituyente, y a su vez una mayoría (46%) repudia el golpe de Estado.
La situación no es simple y todo el mundo, hondureños y comunidad internacional, parecen estar confundidos. En medio de tanta duda los porcentajes mostrados por la encuesta parecen iluminar algunas interrogantes.
Aunque la popularidad de Zelaya en Honduras se desplomó en los últimos dos años, la población en general desaprueba la intervención militar que provocó todo este alboroto político y que ha dejado a un país sin presidente. Zelaya perdió el poder, mientras que el de facto, Roberto Micheletti, no consigue ser reconocido oficialmente por ningún gobierno en el mundo.
Más preguntas que respuestas
El ex embajador de Honduras para los Estados Unidos, Roberto Florez Bermúdez, quien renunció a su cargo luego del golpe de Estado, defendió la constitución hondureña al explicar que el derrocamiento de Zelaya no fue un acto de 24 horas, “sino el resultado de una investigación que se había iniciado en marzo”, dijo el funcionario en una rueda de prensa telefónica que sostuvo con la Voz de América y otros medios estadounidenses.
El ex ministro de Relaciones Exteriores y ex miembro de la Corte Suprema de Justicia de Honduras, Guillermo Pérez, quien participó de la misma rueda de prensa, dijo que “por ley la reelección a la presidencia está prohibida en la constitución Hondureña. Cuando Zelaya empezó a hablar de un referéndum para cambiar este hecho, muchos le advirtieron que sería ilegal e inconstitucional, pero Zelaya ignoró todos estos comentarios.”
Pérez continuó explicando que como resultado de la insistencia de Zelaya y su plan de un referéndum, el Congreso nombró una comisión para investigar la situación.
El resultado fue la aprobación de una ley que determinó que las acciones de Zelaya eran inconstitucionales y debía ser llevado a la justicia. Pero eso nunca ocurrió.
Zelaya no fue arrestado. Lejos de eso, militares hondureños lo sacaron del país y enviaron por la fuerza a Costa Rica. En menos de 24 horas, luego del golpe, Micheletti ya era juramentado como nuevo presidente interino de Honduras.
Pérez aclaró que, desde su posición de retirado, él asume que fue el mismo ejército nacional quien decidió expulsar al mandatario del país “para evitar trágicos resultados y garantizar la vida de Zelaya”.
A pesar de la explicación del ex ministro muchas acciones siguen siendo confusas.
No está claro por qué el plan de realizar un referéndum el 28 de junio siguió adelante a pesar de los supuestos resultados de la investigación del Congreso; o porqué el Congreso esperó hasta el mismo día del referéndum para actuar contra Zelaya.
Lo complicado es que nadie, ni siquiera los mismos involucrados, parecen tener una respuesta certera.
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Haga click si desea escuchar la rueda de prensa en inglés, con Guillermo Pérez, ex ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Roberto Florez, ex embajador de Honduras para los Estados Unidos, y Lanny Davis de CELA-Honduras.