Funcionarios de Estados Unidos están revisando la confiscación de activos de General Motors por parte de Venezuela, dijo el jueves el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
"Estamos revisando los detalles del caso", afirmó Toner en un comunicado, agregando que Estados Unidos espera que sea resuelta la situación "rápidamente y transparentemente".
GM dijo el miércoles que las autoridades venezolanas confiscaron ilegalmente su planta en el centro industrial de Valencia, agregando que estaba deteniendo operaciones y despidiendo a 2.700 trabajadores.
La mayor automotriz estadounidense prometió "tomar todas las acciones legales" para defender sus derechos. La incautación se produce en medio de una profunda crisis económica en Venezuela, que ya ha afectado a muchas firmas estadounidenses.
Según medios locales, la confiscación es el resultado de una disputa civil con un concesionario venezolano que se remonta al año 2000 y no representa una nacionalización como tal.
GM, líder del mercado venezolano por 35 años, dijo en un comunicado que además de la incautación de la planta, "otros activos de la compañía, como vehículos, han sido ilegalmente sacados de sus instalaciones".
En los primeros dos meses de este año, GM no ha producido vehículos, mientras que la producción total de autos del país fue sólo de 240, un 50 por ciento menos frente al mismo lapso del año pasado.