La congresista estadounidense Gabrielle Giffords anunció que renunciará a su escaño en la Cámara de Representantes esta semana para continuar con la recuperación de las heridas que sufrió hace un año en un tiroteo en un acto político en el estado de Arizona.
“Pasaron muchas cosas en el ultimo año. No podemos cambiarlas, pero sé que podemos cambiar a lo mejor las cosas por las que luchamos: trabajo, seguridad fronteriza, y beneficios para los veteranos. Podemos hacer mucho trabajando juntos”, afirma Giffords en un video publicado en su perfil de una red social.
La congresista de Arizona dice no recordar muchas cosas desde el “día horrible” del tiroteo, pero asegura estar mejorando y agradece a los ciudadanos “por sus oraciones y por darle tiempo para recuperarse”.
En el video, en el que junto con la declaración de la congresista se pueden ver imágenes de su trabajo antes y después del tiroteo, Giffords asegura que la decisión de retirarse es la mejor para su estado físico y promete volver al trabajo más adelante.
La congresista demócrata de 41 años recibió un tiro en la cabeza el 8 de enero de 2011 en un acto político en la ciudad de Tucson (Arizona) cuando un hombre armado comenzó a disparar indiscriminadamente sobre los participantes.
Como consecuencia de los disparos fallecieron seis personas, entre ellas un juez federal, un miembro del equipo de campaña de Giffords y una niña de nueve años. Otra docena de personas resultaron heridas.
Giffords sobrevivió a la herida y comenzó un proceso de rehabilitación que le permitió volver al Congreso el pasado mes de agosto para participar en una votación sobre el techo de la deuda de Estados Unidos.
El hombre acusado por el tiroteo, Jared Loughner, se declaró inocente pero permanece en prisión desde el día del ataque.