La legisladora estadounidense Gabrielle Giffords, presidió un servicio recordatorio en la ciudad de Tucson, Arizona, al cumplirse un año del tiroteo en el que murieron seis personas y donde ella resultó herida de gravedad en la cabeza.
Al arribar al evento acompañada de su esposo, el ex astronauta Mark Kelly, Gifford fue recibida jubilosamente por una multitud en la Universidad de Arizona, el mismo lugar donde el presidente Barack Obama pronunciara un emotivo discurso días después del ataque contra Giffords.
Posteriormente, su esposo, Mark Kelly, la ayudó a levantar su mano derecha hasta el corazón para recitar la Promesa a la Bandera, y Gifford repitió con énfasis el juramento: “prometo respetar la bandera de los Estados Unidos de América y la república a la que representa, una nación, en Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos”.
Mark Kelly también ayudó a su esposa a encender una vela de las muchas que habían sido colocadas en el escenario en memoria de las víctimas y heridos en el ataque.
La legisladora Gifford recibió un disparo en la cabeza que la dejó gravemente herida el 8 de enero de 2011, en un ataque del que el objetivo y que se produjo fuera de un supermercado donde realizaba un evento para reunirse con ciudadanos.
En el ataque, entre otras personas, murió el juez federal John Roll, un asistente de la legisladora y la niña de nueve años Christina Taylor Green. Además de la legisladora, otras doce personas resultaron heridas