La economía de la llamada zona euro, integrada por 17 naciones del viejo continente, se contrajo 0,1 por ciento en el tercer trimestre del año y de esta manera el bloque ha entrado en su segunda recesión en sólo tres años.
El Producto Interno Bruto (PIB) de la zona había retrocedido 0,2 por ciento en el trimestre anterior y acumula ya cuatro consecutivos sin crecimiento alguno.
En 2009, la recesión europea fue desencadenada mayormente por el colapso del banco estadounidense de inversiones y firma global de servicios financieros Lehman Brothers, pero esta vez el detonante ha estado localizado en la propia región.
La recesión ha sido desencadenada por la dispareja respuesta dada por el bloque a la crisis de la deuda, que ha estado gravitando sobre el continente los últimos tres años, con tasas de desempleo sin precedentes y el rescate de tres países en quiebra, Grecia, Irlanda y Portugal.
Las dos mayores palancas económicas de la Eurozona, Alemania y Francia, experimentaron el último trimestre un pálido crecimiento del 0,2 por ciento que no alcanzó a contrapesar la contracción registrada en Italia, España e incluso en Holanda, uno de los pocos países europeos que conserva calificación financiera de triple A.
Agobiados por la deuda, para reducir el déficit, los gobiernos europeos han impuesto severas medidas de austeridad que esta semana desataron masivas protestas de trabajadores y sindicatos en todos los países del bloque.
Según los pronósticos más alentadores, la economía de la Eurozona crecerá pobremente el año próximo.
El Producto Interno Bruto (PIB) de la zona había retrocedido 0,2 por ciento en el trimestre anterior y acumula ya cuatro consecutivos sin crecimiento alguno.
En 2009, la recesión europea fue desencadenada mayormente por el colapso del banco estadounidense de inversiones y firma global de servicios financieros Lehman Brothers, pero esta vez el detonante ha estado localizado en la propia región.
La recesión ha sido desencadenada por la dispareja respuesta dada por el bloque a la crisis de la deuda, que ha estado gravitando sobre el continente los últimos tres años, con tasas de desempleo sin precedentes y el rescate de tres países en quiebra, Grecia, Irlanda y Portugal.
Las dos mayores palancas económicas de la Eurozona, Alemania y Francia, experimentaron el último trimestre un pálido crecimiento del 0,2 por ciento que no alcanzó a contrapesar la contracción registrada en Italia, España e incluso en Holanda, uno de los pocos países europeos que conserva calificación financiera de triple A.
Agobiados por la deuda, para reducir el déficit, los gobiernos europeos han impuesto severas medidas de austeridad que esta semana desataron masivas protestas de trabajadores y sindicatos en todos los países del bloque.
Según los pronósticos más alentadores, la economía de la Eurozona crecerá pobremente el año próximo.