Italia presentó una protesta formal ante Francia por el bloqueo que de país a la entrada de trenes desde Ventimiglia, tras la decisión italiana de otorgar permisos de estadía temporal.
La protesta italiana califica la acción francesa de “ilegítima” y una clara violación a los principios generales europeos.
El ministro francés del Interior, Claude Gueant, había alertad que rechazaría "la ola de inmigración" tunecina procedente de Italia adonde desde enero pasado llegaron unos 25.800 inmigrantes de Túnez tras la caída del presidente Zine El Abidine Ben Alí.
Francia detuvo el tránsito de trenes hacia Menton, la población fronteriza del Mediterráneo francés, desde Ventimiglia alegando que en el tren viajaban manifestantes que iban a realizar protestas en Francia, lo que suponía una amenaza para el orden público.
Italia protestó ante el resto de la Unión Europea por el abandono respecto a los migrantes de Túnez, a los que ya ha concedido más de 20.000 visas.
También Alemania y Bélgica rechazaron esa decisión afirmando que las reglas europeas y la libre circulación de las personas en los 25 países del espacio Schenguen requieren además la presentación de un pasaporte en regla y recursos financieros suficientes.
Austria y Bélgica también se oponen a la iniciativa de Italia.