La ausencia de Steve Jobs no se siente ya que en cada mesa de escritorio hay una Mac, un iPhone, un iPad o un reproductor de iPod.
Que mejor forma de ser recordado por el mundo. No hay duda que se trata del mayor innovador de la tecnología y la historia de un hombre que comenzó hace años en el garaje de su casa a construir un imperio.
A este legendario se le debe la creación de los laptops plateados y una marca que acaparó a la juventud y que se mezcló con una generación profesionalmente productiva. Su forma de hacer negocios y su presentación de productos en eventos especiales hicieron de Jobs un ejemplo seguir por muchos jóvenes empresarios.
Su marca se fue más allá del procesador personal y se instaló en el cine al crear Pixar, empresa cinematográfica que después sería vendida a Disney.
Sin importar a donde miramos, al escritorio vecino, al conductor o al joven en la estación del autobús, un iPad o un iPhone nos deja ver el espíritu de un hombre emprendedor y revolucionario que cambió el estilo de procesar información.
El legado del padre de Apple se siente y se sentirá por mucho tiempo más, ya que muchos productos del sello están en desarrollo y en construcción.