El secretario estadounidense de Defensa, Mark Esper, llegó el miércoles a Bagdad en una visita no anunciada para conversar con funcionarios iraquíes sobre la llegada de tropas estadounidenses recientemente retiradas del norte de Siria.
Su visita llega en momentos en que su colega iraquí Jaled al-Obeidi afirmó que estas fuerzas deben abandonar el territorio iraquí en cuatro semanas.
Las tropas estadounidenses que van saliendo de Siria están "en tránsito" en Irak y después se dirigirán a Kuwait, Qatar o Estados Unidos, señaló el funcionario iraquí.
Esta decisión contradice a Esper, que dijo que todas las tropas que se marchaban de Siria seguirán realizando operaciones contra el grupo extremista Estado Islámico desde Irak, para evitar que reaparezca en la región.
El viaje de Esper también sigue a un acuerdo el martes entre Ankara y Moscú acerca del despliegue de las fuerzas sirias y rusas en el noreste de Siria para eliminar a los combatientes kurdos y sus armas de la frontera con Turquía.
Por su parte el Representante Especial de Estados Unidos para Siria, James Jeffrey, dijo que Turquía estaba decidida a lanzar una ofensiva contra los kurdos en el norte de Siria, independientemente de la presencia de tropas estadounidenses en el área.
Jeffrey le dijo al Comité de Relaciones Exteriores del Senado en una audiencia el martes que algunas tropas estadounidenses todavía están en Siria trabajando con las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos, y que la Administración Trump está trabajando para hacer que un alto el fuego temporal sea permanente.
"Le dijimos a Turquía qué pasaría exactamente. No llegarían muy lejos en esta ofensiva, y no han llegado muy lejos. Como pueden ver, ahora están en acuerdos de alto el fuego con nosotros y los rusos", expresó Jeffrey el martes.
Legisladores estadounidenses expresaron preocupación por las fuerzas de los gobiernos de Irán, Rusia y Siria que se mudaron para llenar el vacío dejado por la retirada de las tropas estadounidenses.
El senador Bob Menéndez, demócrata de New Jersey, criticó a Turquía por hacer un trato con Moscú: "Si había alguna duda antes, las intenciones de Erdogan son claras: una misión de limpieza étnica en el noreste de Siria a expensas de una estabilidad regional más amplia".
Las Naciones Unidas dijeron que la ofensiva turca en el norte de Siria ha desplazado a más de 176,000 personas y ha dañado gran parte de la infraestructura crítica.
El presidente Donald Trump decidió a principios de este mes retirar a los 1,000 soldados estadounidenses de la región, una medida ampliamente criticada.
Desde entonces, el Pentágono ha dicho que la administración Trump está considerando mantener algunas tropas en el noreste de Siria para ayudar a garantizar que el Estado Islámico y otros no se beneficien de los campos petroleros en la región.
