La Casa Blanca dice que el presidente Donald Trump y su asediado fiscal general adjunto Rod Rosenstein hablaron el lunes y se reunirán el jueves en la Casa Blanca en medio de la incertidumbre sobre el destino de Rosenstein.
El jueves es el mismo día en que el candidato a la Corte Suprema de Trump, Brett Kavanaugh, y una mujer que lo acusó de agredirla sexualmente cuando eran adolescentes, se presentarán ante el Comité Judicial del Senado.
La vocera de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders, quien dijo que Trump y Rosenstein tuvieron "una conversación prolongada'', el lunes, "para discutir las últimas noticias'' a pedido de Rosenstein, y confirmó la cita.
Rosenstein, que supervisa la investigación del abogado especial Robert Mueller sobre la intromisión en las elecciones en Rusia, esperaba ser despedido el lunes después de los comentarios críticos que hizo sobre Trump.
Trump se encuentra actualmente en Nueva York para la Asamblea General de las Naciones Unidas, por lo que los dos se reunirán el jueves "cuando el presidente regrese a Washington, D.C".
Según explicó a The New York Times un funcionario del Departamento de Justicia, si Rosenstein deja el cargo por cualquier razón, sería reemplazado en la supervisión de la investigación de Rusia por Noel Francisco, el subprocurador general.
En el cargo de vicefiscal general quedaría interinamente Matthew G. Whitaker, director de personal del fiscal general Jeff Sessions, en lo que el NYT llama una "decisión inusual", porque generalmente un alto asistente del vicefiscal general sería el llamado a reemplazarlo.
Horas antes
Medios estadounidenses aseguraban el lunes por la mañana que el vicefiscal general de Estados Unidos, Rod Rosenstein, sería despedido durante una visita a la Casa Blanca, después de haber criticado al presidente Donald Trump.
El portal de noticias Axios fue más allá y afirmó que Rosenstein se había anticipado al despido y que había reunciado ya verbalmente ante el jefe de gabinete, John Kelly.
La noticia surgió después de que el New York Times reportara que el vicefiscal general sugirió grabar en secreto las reuniones con el presidente Trump e invocar una enmienda constitucional para expulsarlo de la Casa Blanca.
Rosenstein, quien está encargado de supervisar la investigación sobre el papel de Rusia en las elecciones del 2016 ha negado los señalamientos.
"Nunca busqué ni autoricé la grabación del presidente y cualquier sugerencia de que alguna vez he abogado por la destitución del presidente es absolutamente falsa", dijo el vicefiscal en un comunicado después de que la información del New York Times saliera a la luz.
Rosenstein ha sido el blanco de la ira de Trump desde que designó a Mueller como abogado especial el año pasado.
El vicefiscal eligió a Mueller una semana después de haber sentado las bases para el despido de Comey al escribir un memo altamente criticó de su trabajo. Inicialmente, la Casa Blanca citó ese memorando como justificación para el despido de Comey, aunque luego Trump dijo que dijo que estaba pensando en "esta cosa de Rusia" cuando tomó la decisión.
Como vicefiscal general, Rosenstein supervisa el trabajo de Mueller y ha hecho dos anuncios públicos de acusaciones presentadas por el abogado especial, uno contra rusos acusados de piratear cuentas de correo electrónico del Partido Demócrata y el otro contra rusos acusados de dirigir una "granja de trols" de redes sociales para influir en la opinión pública .