Un oficial de policía blanco de Fort Worth, Texas, que disparó y mató a una mujer negra que se encontraba jugando video dentro de su casa, cuando respondió a una llamada de una vecino preocupada porque vio medio abierta la puerta de la casa de la mujer, renunció antes de que pudiera ser despedido, dijo el lunes el jefe de policía de la ciudad.
Atatiana Jefferson, de 28 años, fue asesinada frente a su sobrino de 8 años, alcanzada por una bala disparada a través de su ventana la madrugada del sábado.
El video de la cámara corporal del policía mostró que Aaron Dean no se identificó como un oficial de la ley y disparó una fracción de segundo después de gritarle a la mujer que levantara las manos.
El jefe de policía interino de la ciudad, Ed Kraus, dijo que Dean habría sido despedido si no hubiera renunciado. Según el superior, se está llevando a cabo una investigación criminal y espera ofrecer una actualización para el martes sobre si el oficial, en activo desde hace 1 año y medio, será acusado.
"Nadie que vio el video y tiene alguna duda de que este oficial actuó de manera inapropiada", dijo Kraus.
Desde el lunes temprano la familia de Jefferson exige que Dean sea despedido y arrestado.
"¿Por qué este hombre no está esposado? Él es una fuente de conmoción continua para esta familia y esta comunidad", dijo el abogado de la familia Lee Merritt.
La policía fue a la casa de Jefferson alrededor de las 2:25 a.m. después de que una vecina llamó a una línea que no era de emergencia para informar que la puerta principal de la residencia de la víctima estaba abierta.
En un comunicado durante el fin de semana, el departamento dijo que los oficiales vieron a alguien cerca de una ventana dentro de la casa y que uno de ellos sacó su arma y disparó después de "percibir una amenaza".
El video publicado por la policía mostró a Dean gritando: “¡Levante las manos! ¡Muéstreme sus manos!”, inmediatamente se le vio disparar.
El video incluía imágenes de una pistola dentro de una habitación. El lunes, el jefe de policía dijo que no tenía información sobre si Jefferson sostenía esa arma cuando le dispararon. Y dijo que haber publicado las imágenes era "algo malo", pues, señaló, muchos propietarios de Texas tienen armas a la mano para defenderse.
El abogado de la familia dijo que Jefferson solía quedarse despierta hasta tarde, jugando videojuegos con su sobrino. Ella estaba jugando con él cuando fue asesinada.
Una gran multitud se reunió afuera de la casa de la víctima el domingo por la noche para una vigilia, después de que manifestaciones anteriores detuvieron brevemente el tráfico en la Interestatal 35. Se veía un solo agujero de bala en la ventana de la casa recién pintada de púrpura y de un solo piso. En la calle, se amontonaban tributos florales y animales de peluche.
El jefe de policía dijo que el oficial Dean podría enfrentar cargos criminales estatales y que también ha presentado un caso al FBI para que lo revise en busca de posibles cargos federales por derechos civiles.
Dean aún no ha contratado a un abogado, pero tendrá uno con el apoyo financiero del sindicato de policía más grande del estado, las Asociaciones Policiales Combinadas de Texas, según Charley Wilkison, su director ejecutivo.
Fort Worth está a unas 30 millas (50 kilómetros) al oeste de Dallas, donde se produjo otro tiroteo policial de alto perfil el año pasado.
En ese caso, la policía blanca de Dallas, Amber Guyger, disparó y mató a su vecino negro Botham Jean dentro de su propio apartamento después de que Guyger dijo que se confundió de piso y pensó que alguien había entrado en su apartamento. Guyger, de 31 años, fue sentenciada este mes a 10 años de prisión.
Las relaciones con la comunidad han sido tensas luego de otros recientes tiroteos policiales en Fort Worth. En junio se vieron imágenes del Departamento que muestran a oficiales matando a un hombre que ignoró repetidas órdenes de dejar caer su arma de fuego. Era la cuarta persona a la que la policía de Fort Worth había disparado en 10 días.