Un oficial de policía blanco cerca de Dalla, Texas, fue despedido del trabajo después de que baleó mortalmente a un estudiante universitario negro desarmado la semana pasada.
Will Johnson, jefe de Policía de Arlington, un suburbio de Dallas, anunció el martes que el oficial Brad Miller ha sido despedido por haber cometido una serie de errores en el tiroteo de Chirsitan Taylor de 19 años que causó lo que llamó “un ambiente de consecuencias en cascadas”.
Miller, quien había estado en la fuerza policial de Arlington por menos de un año, respondió a un presunto robo el pasado viernes en el local de un concesionario de autos. El oficial, de 49 años, detectó a Taylor en la sala de exposición y en lugar de ayudar a otros oficiales a aislar la escena del delito, ingresó a confrontar a Taylor.
Johnson dijo que cuando Taylor rehusó cumplir con Miller y avanzó hacia el oficial, Miller abrió fuego y el sospechoso recibió cuatro impactos de bala.
El jefe policial Johnson dijo que Miller podría enfrentar cargos en el caso, aunque no se ha tomado una decisión.
Taylor era un jugador de fútbol americano universitario en la Universidad estatal Angelo, en el oeste de Texas.
Video de las cámaras de vigilancia muestran a Taylor caminando entre los automóviles y dañando algunos de ellos en el estacionamiento. Después subió a su vehículo, manejó a través de la puerta de seguridad e ingresó al salón de exposición antes de que llegara la policía.
La policía de Texas pidió al FBI que ayude en su investigación del caso.
El tiroteo en Arlington, Texas, ocurrió dos días antes del primer aniversario de la muerte del adolescente negro Michael Brown, de 18 años por parte de un policía blanco en Ferguson, Missouri.