El presidente de EE.UU., Barack Obama, expondrá este miércoles su plan para reducir el enorme déficit fiscal del país, un tema que ha suscitado gran controversia entre demócratas y republicanos, opuestos a toda costa a que crezca mucho más la deuda nacional.
Obama recibirá en la Casa Blanca a los líderes del Congreso para informarles previamente del contenido del discurso que pronunciara en la Universidad George Washington, en la capital de la nación, a la 1:30 pm (hora del este).
Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca dijo que el presidente dejará demostrado su compromiso de reducir el déficit a partir de propuestas “balanceadas” y “bipartidistas”.
Carney también indicó que Obama cree que fue un error haber votado cuando era senador en 2006 contra un aumento al límite del endeudamiento federal, algo que la Casa Blanca está pidiéndole al Congreso que apruebe.
El consejero presidencial David Plouffe había dicho con anticipación que el presidente se mantiene “absolutamente firme” respecto a la necesidad de reducir el gasto del gobierno, pero quiere asegurarse de que no se afecten los programas educacionales.
También dijo que Obama quiere seguir invirtiendo en proyectos de infraestructura, en investigaciones y desarrollo.
Los republicanos, en control de la Cámara de Representantes, quieren que la Casa Blanca acceda a hacer grandes reducciones de gastos a largo plazo a cambio de apoyo para elevar el tope de que dispone el ejecutivo a fin de seguir financiado futuros déficit del presupuesto.
Según el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, los republicanos no aprobarán un incremento en el techo de la deuda a menos que a la medida se le cuelguen recortes a los gastos.
Se espera que el gobierno llegue al tope actualmente permitido en las próximas semanas y sólo podría excederse de ese límite con la aprobación del Congreso.
De no ser así, el país correría el riesgo de tener que declararse en incumplimiento del pago de intereses de su deuda, en su mayoría contraída con gobiernos extranjeros, entre ellos el de China.
El portavoz Carney precisó que tal escenario tendría el impacto de un “Armagedón” sobre la lenta recuperación económica de EE.UU.
También señaló que la aprobación por el Congreso de un nuevo techo de la deuda es importante para la salud económica del país y para las economías globales pero recalcó que no debe ser una ficha de negociación para recortar los gastos.
No obstante, Carney dijo que Obama está dispuesto a trabajar simultáneamente con los legisladores en la reducción del déficit presupuestario y en elevar el límite de la deuda.