El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, se reunirá el martes en Washington con el canciller de México, Marcelo Ebrard, para evaluar el avance del acuerdo migratorio firmado hace tres meses.
El trato frenó las tensiones entre ambos países, después de que Estados Unidos se quejó de que la migración irregular,- procedente sobre todo de los países del Triángulo Norte-, inundó la frontera estadounidense.
"Hace 90 días, México acordó intensificar sus esfuerzos para detener la inmigración ilegal a Estados Unidos. Esperamos reunirnos mañana (martes) con los funcionarios del gobierno mexicano para hablar sobre sus esfuerzos recientes y discutir formas en que podemos continuar para asegurar la frontera. ¡Todavía hay más trabajo por hacer!", expresó Pence en Twitter.
Pence admitió que "las detenciones fronterizas han disminuido en un 56%!" Escribió además: "México ha hecho más para asegurar nuestra frontera que los demócratas en el Congreso".
Según la embajada de México, acompañarán a Ebrad en el encuentro: Martha Bárcena, embajadora de México en Estados Unidos. Francisco Garduño, comisionado del Instituto Nacional de Migración. Alejandro Celorio, consultor Jurídico de la SRE; Roberto Velasco, vocero de la SRE. Y Francisco Anza, jefe de Asuntos Hispanos y Migratorios de la Embajada de México en Estados Unidos (tomador de notas).
En virtud del acuerdo, México desplegó efectivos de la Guardia Nacional en sus fronteras y amplió su política de aceptar que los migrantes que piden asilo en Estados Unidos esperen en territorio mexicano mientras sus casos son procesados, conocida como Protocolo de Protección del Migrante (PPM).
Se trata de la segunda revisión del acuerdo alcanzado en junio entre los gobiernos de Donald Trump y de Andrés Manuel López Obrador para reducir la migración irregular al norte, en su mayoría de familias de Centroamérica que huyen de la pobreza y la violencia.
El acuerdo firmado hace tres meses frenó la eventual imposición de aranceles a productos mexicanos, con los que amenazó Trump si México no hacía nada para contener el flujo migratorio.
El canciller mexicano desestimó el pasado viernes una eventual nueva amenaza de aranceles. Adelantó que México insistirá en su enfoque de combatir la migración irregular con el fomento del desarrollo económico de Centroamérica. "Urgimos al gobierno de Estados Unidos a respaldar la estrategia de México", dijo.
México ha asegurado que no aceptará ser "tercer país seguro", según lo reiteró Ebrard en su cuenta de Twitter el lunes.