A solo días de dejar su cargo como secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates se despidió este lunes de las tropas estadounidenses en la línea de combate en Afganistán.
Gates viajó desde Kabul, la capital afgana, hasta una base en la remota y peligrosa provincia de Paktika, en la frontera con Pakistán.
El domingo, el jefe del Pentágono visitó dos bases militares en el sur de Afganistán para despedirse de las tropas y agradecer a soldados e infantes de marina el servicio que han prestado en la lucha contra los talibanes.
Gates, de 67 años, se retira el 30 de junio al cabo de cuatro años y medio en el puesto, y entre sus principales tareas está recomendar al presidente Barack Obama cómo llevar a cabo la retirada de militares estadounidenses de ese país a partir del próximo 1ro. de julio.
En comentarios hechos en una base en la provincia sureña de Helmand, Gates dijo que preferiría lque as primeras tropas en retirarse de Afganistán sean de unidades de apoyo y no soldados de combate.
También advirtió al presidente afgano, Hamid Karzai, que el país necesita incrementar su seguridad y que de no hacerlo se pondría en riesgo la expedita retirada de las fuerzas estadounidenses.
El jefe del Pentágono señaló que es posible vislumbrar el fin de una guerra de casi 10 años gracias a los logros que en materia de seguridad se han alcanzado en los últimos 18 meses.
Sin embargo, dijo que es muy pronto para saber el impacto que la muerte del jefe de al-Qaeda, Osama bin Laden, tendrá en la campaña militar que se libra en Afganistán.
Esta semana, Gates debe viajar a Bruselas donde tendrá lugar una conferencia sobre seguridad de la OTAN en la que entre otras cosas se discutirá la situación en Afganistán.
Recientemente, en una conferencia también de seguridad en Singapur, el jefe del Pentágono dijo que podría haber negociaciones de paz con los talibanes dentro de un año, pero sólo si la OTAN sigue ejerciendo presión contra los insurgentes.
