Miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU. se mostraron escépticos de los éxitos civiles en Afganistán aún cuando ese país ha recibido una sustancial ayuda financiera de Washington.
Durante una audiencia senatorial para la confirmación del nuevo embajador estadounidense en Afganistán, Ryan Crocker, los legisladores dieron a conocer un informe en el que se sostiene que la ayuda de EE.UU. ha sido limitadamente exitosa en promover estabilidad en ese país.
Según el informe, Afganistán recibió en los últimos 10 años más de $18.000 millones de dólares en asistencia estadounidense, más que ningún otro país, incluido Irak.
Pese a eso, el reporte advirtió que el país está en riesgo de verse abatido por una severa crisis financiera cuando las fuerzas militares extranjeras se retiren de su territorio en 2014.
Aun el presidente de la Comisión, el demócrata John Kerry, quien ha sido un firme partidario de la política afgana del presidente Barack Obama, dijo que tendrá que haber cambios en el monto de la ayuda financiera estadounidense y en el número de tropas movilizadas en ese país.
“Aunque Estados Unidos tiene genuinos intereses de seguridad nacional en Afganistán, nuestro actual compromiso en cantidad de tropas y dólares no es a mi juicio ni proporcional a nuestros intereses ni sostenible”, dijo Kerry.
Al margen de la audiencia para la confirmación de Crocker, el presidente de la Comisión de Servicios Armados del Senado, Carl Levin, pidió al presidente Obama la retirada para fines de este año de al menos 15.000 soldados estadounidense destacados en Afganistán.
Obama prometió comenzar a retirar paulatinamente las tropas movilizadas en ese país, estimadas en unos 90.000 hombres, a partir de julio próximo y hasta fines de 2014, pero no ha especificado cuántos soldados regresarían a EE.UU. este año.
Crocker, un veterano diplomático que ha prestado servicio en varios países de la región, entre ellos Pakistán, y que también fue embajador en Irak, admitió que existen grandes retos en Afganistán, incluido el de la corrupción del gobierno.
Pero señaló que EE.UU. no puede permitir otra vez que ese país se convierta en un refugio seguro para terroristas, y parafraseó al secretario de Defensa, Robert Gates, quien recientemente dijo que Washington no puede ahora darse el lujo de abandonar Afganistán como lo hizo en 1989.
El embajador nominado prometió que si logra ser confirmado en el cargo, algo que se da casi por sentado, apoyará el proceso de transición a partir de julio entrante, cuando comience la retirada de las tropas estadounidenses y la responsabilidad de la seguridad del país recaiga más en las autoridades afganas.