La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha emprendido una campaña con el propósito de movilizar a los residentes de Carolina del Norte para pedir que los jóvenes amparados bajo la acción diferida tengan acceso a una licencia de conducir.
La iniciativa toma la historia de Claudia Vallejo, una joven inmigrante símbolo, de origen mexicano, quien fue traída por sus padres a EE.UU. a la edad de 14 años. Claudia fue a la escuela, tiene hijos que son ciudadanos estadounidenses y está orgullosa de llamar a Carolina del Norte “su hogar”.
Claudia califica a la acción diferida anunciada por la administración Obama, pero a pesar de ello no puede conseguir una licencia de conducir.
La acción diferida cancela las órdenes de deportación de los llamados jóvenes soñadores y otorga un número de seguro social y un permiso de trabajo por dos años, con la posibilidad de que sea renovado, pero muchos estados todavía no consideran el proceso como prueba de presencia legal y se niegan a emitir licencias de conducir a este grupo de jóvenes.
En este sentido ACLU ha lanzado una campaña para que los ciudadanos de Carolina del Norte envíen peticiones firmadas al gobernador Patrick McCrory para pedirle que apruebe la entrega de licencias de conducir a jóvenes amparados por la acción diferida.
En muchos estados ya están permitiendo el acceso a las licencias de conducir, pero el Departamento de Motores y Vehículos de Carolina del Norte no se decide por lo que urge la acción del gobernador.
Michigan e Illinois ya están entregando licencias para jóvenes con acción diferida.
Para unirse a la campaña ingresar a la página web de ACLU.
La iniciativa toma la historia de Claudia Vallejo, una joven inmigrante símbolo, de origen mexicano, quien fue traída por sus padres a EE.UU. a la edad de 14 años. Claudia fue a la escuela, tiene hijos que son ciudadanos estadounidenses y está orgullosa de llamar a Carolina del Norte “su hogar”.
Claudia califica a la acción diferida anunciada por la administración Obama, pero a pesar de ello no puede conseguir una licencia de conducir.
La acción diferida cancela las órdenes de deportación de los llamados jóvenes soñadores y otorga un número de seguro social y un permiso de trabajo por dos años, con la posibilidad de que sea renovado, pero muchos estados todavía no consideran el proceso como prueba de presencia legal y se niegan a emitir licencias de conducir a este grupo de jóvenes.
En este sentido ACLU ha lanzado una campaña para que los ciudadanos de Carolina del Norte envíen peticiones firmadas al gobernador Patrick McCrory para pedirle que apruebe la entrega de licencias de conducir a jóvenes amparados por la acción diferida.
En muchos estados ya están permitiendo el acceso a las licencias de conducir, pero el Departamento de Motores y Vehículos de Carolina del Norte no se decide por lo que urge la acción del gobernador.
Michigan e Illinois ya están entregando licencias para jóvenes con acción diferida.
Para unirse a la campaña ingresar a la página web de ACLU.