Los jóvenes indocumentados llamados “soñadores” que están amparados con la acción diferida anunciada por la administración Obama, se unen esta vez en busca de un nuevo sueño.
Decenas de jóvenes inmigrantes llegaron hasta las oficinas de reclutamiento militar en California y Nueva York para lanzar la campaña “Déjenos servir” (Let us Serve), a través de la cual piden al gobierno estadounidense, que les permitan servir en las Fuerzas Armadas.
“No pretendo dejar a un lado mi sueño solo porque un pedazo de papel me dice que no puedo. Nadie me dirá que no puedo servir a mi país”, señala Jesús González, de 16 años y de origen mexicano, quien fue traído por su madre a Estados Unidos cuando tenía 8 años.
Los organizadores de la campaña conversaron con la Voz de América y explicaron que esta es una decisión que el presidente Barack Obama y el secretario de Defensa pueden tomar sin necesidad de una aprobación en el Congreso.
“El Dream Act que fracasó en el Congreso en 2010 daba la oportunidad a los soñadores para que se integren a las fuerzas armadas. Ahora estos jóvenes cuentan con una acción diferida, que les otorga un permiso de trabajo y un número de seguro social, entonces por qué no permitirles acceder a las fuerzas armadas”, explica a la Voz de América César Vargas, director ejecutivo de la campaña y también un soñador graduado en leyes que desea servir como juez en la Marina de EE.UU.
Igualmente Vargas indicó que ésta es solo la primera fase de la campaña y que próximamente se integrarán otros estados, así como también revelarán los nombres de los legisladores que apoyan la iniciativa en el Congreso.
“No puedo decir si son demócratas o republicanos. Lo único que puedo adelantar es que los senadores que van a entrar a apoyar la campaña serán muy interesantes”, agregó Vargas.
Los jóvenes soñadores se unieron la tarde del jueves a otros jóvenes que sirven activamente en el ejército, quienes también respaldan las campaña y claman al gobierno de EE.UU.: “Deje a nuestros amigos y compañeros servir a nuestro país, así como lo hacemos nosotros”.
También como parte de la campaña se promoverá que más jóvenes indocumentados se registren para obtener el beneficio de la acción diferida, que si bien no otorga una residencia permanente, cancela las órdenes de deportación para los que califican y obtienen un permiso para trabajar por dos años con la posibilidad de ser renovado.
Hasta el pasado mes de noviembre el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés) ha recibido y aceptado 298.834 casos de acción diferida de los cuales han sido aprobados 53.273.
Decenas de jóvenes inmigrantes llegaron hasta las oficinas de reclutamiento militar en California y Nueva York para lanzar la campaña “Déjenos servir” (Let us Serve), a través de la cual piden al gobierno estadounidense, que les permitan servir en las Fuerzas Armadas.
“No pretendo dejar a un lado mi sueño solo porque un pedazo de papel me dice que no puedo. Nadie me dirá que no puedo servir a mi país”, señala Jesús González, de 16 años y de origen mexicano, quien fue traído por su madre a Estados Unidos cuando tenía 8 años.
Los organizadores de la campaña conversaron con la Voz de América y explicaron que esta es una decisión que el presidente Barack Obama y el secretario de Defensa pueden tomar sin necesidad de una aprobación en el Congreso.
“El Dream Act que fracasó en el Congreso en 2010 daba la oportunidad a los soñadores para que se integren a las fuerzas armadas. Ahora estos jóvenes cuentan con una acción diferida, que les otorga un permiso de trabajo y un número de seguro social, entonces por qué no permitirles acceder a las fuerzas armadas”, explica a la Voz de América César Vargas, director ejecutivo de la campaña y también un soñador graduado en leyes que desea servir como juez en la Marina de EE.UU.
Igualmente Vargas indicó que ésta es solo la primera fase de la campaña y que próximamente se integrarán otros estados, así como también revelarán los nombres de los legisladores que apoyan la iniciativa en el Congreso.
“No puedo decir si son demócratas o republicanos. Lo único que puedo adelantar es que los senadores que van a entrar a apoyar la campaña serán muy interesantes”, agregó Vargas.
Los jóvenes soñadores se unieron la tarde del jueves a otros jóvenes que sirven activamente en el ejército, quienes también respaldan las campaña y claman al gobierno de EE.UU.: “Deje a nuestros amigos y compañeros servir a nuestro país, así como lo hacemos nosotros”.
También como parte de la campaña se promoverá que más jóvenes indocumentados se registren para obtener el beneficio de la acción diferida, que si bien no otorga una residencia permanente, cancela las órdenes de deportación para los que califican y obtienen un permiso para trabajar por dos años con la posibilidad de ser renovado.
Hasta el pasado mes de noviembre el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés) ha recibido y aceptado 298.834 casos de acción diferida de los cuales han sido aprobados 53.273.