El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, defendió el compromiso alcanzado para reducir gastos y aumentar el techo de la deuda del país, asegurando que le da una oportunidad a los funcionarios del gobierno para arreglar un sistema quebrado.
En un artículo que publicó en el Washington Post este 3 de agosto, Geithner dice que el acuerdo sobre la deuda firmado a última hora despeja la amenaza de un default, que hubiera subido las tasas de interés y forzado a los consumidores a pagar más por las tarjetas de crédito y otros préstamos que necesitan.
El funcionario asegura que el acuerdo permitirá al gobierno hacer inversiones en educación, tecnología e infraestructura que ayudarán a que la economía crezca.
Pero el acuerdo también tiene destacados críticos.
Mohamed El-Erian, el presidente ejecutivo de Pimco (Pacific Investment Management), una de las firmas de inversión más grandes del mundo, dijo el miércoles que el plan “oscurece un panorama que ya era frágil” para la economíaa de Estados Unidos.
El-Erian escribió en el Financial Times que el acuerdo hace poco para reducir el déficit real del país y pospone decisiones sobre cuestiones claves.
Las agencias de calificación de riesgo también han sido cautelosas. Moody's anunció el 2 de agosto que mantiene la nota de "AAA" para la deuda de EE.UU., luego de ser promulgado como ley por el presidente Barack Obama el acuerdo alcanzado en el Congreso.
Sin embargo, la agencia dijo que "se trata de un primer paso para lograr la consolidación fiscal a largo plazo que hace falta para poder mantener la calificación de la deuda” y asignó una "perspectiva negativa" lo que significa que no descarta una rebaja a esa calificación si en el próximo año no mejora la disciplina fiscal de EE.UU.
Igualmente, otra de las tres principales agencias calificadoras, Fitch Ratings, declaró que el acuerdo para elevar el techo de la deuda fue importante pero no constituye “el final del proceso”, y a continuación aclaró que desea ver un plan factible que reduzca el déficit del presupuesto de la nación a un nivel que garantice la categoría de “AAA”.
Las agencias calificadoras asignan grados a los bonos emitidos por distintos países, corporaciones y gobiernos estatales o municipales en base a la probabilidad de que los emisores puedan o no incurrir en una cancelación de pago de sus obligaciones.
La “AAA” constituye la máxima calificación y representa que la agencia que la otorga considera que un incumplimiento de pago es una posibilidad muy remota.
Otra importante agencia calificadora, Standard & Poors, aún no se ha pronunciado después de que el pasado 21 de julio indicó que había 50 por ciento de probabilidades de que en los próximos tres meses la calificación de la deuda a largo plazo de EE.UU. fuera rebajada.