El senador republicano por Florida Marco Rubio rechazó este martes los nombramientos de tres diplomáticos que la Casa Blanca había nominado para ocupar importantes cargos en el Departamento de Estado relacionados con América Latina.
Antes de una audiencia prevista en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado para confirmar o desaprobar los tres nombramientos propuestos por el presidente Barack Obama, la oficina de Rubio dio a conocer en un comunicado que el senador se opondría.
Los nominados son Roberta Jacobson, como secretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental; Mari Carmen Aponte, como embajadora en El Salvador, y Adam E. Namm, como embajador en Ecuador.
“En lugar de ponerse de pie contra los tiranos y promover la democracia, la política de este gobierno hacia América Latina ha estado definida por la contemporización, la debilidad y el distanciamiento de nuestros aliados”, dijo el comunicado.
Rubio también señaló en la nota haber alentado a principios de año al gobierno a detener esas nominaciones y trazar un plan a fin de que la política estadounidense en este hemisferio renueve su compromiso de promover la democracia y el libre mercado.
“Pero se ha hecho claro que el gobierno planea seguir haciendo lo mismo en la región. Esto es inaceptable”, dijo.
El senador indicó que se reserva el derecho de bloquear o votar contra otros nominados en el futuro hasta que la Casa Blanca actúe de forma “significativa” para cambiar sus políticas.
Rubio enumeró tres aspectos necesarios para implementar ese cambio, y como primero de ellos mencionó la adopción de medidas bilaterales y regionales a fin de alentar el regreso del orden constitucional a Nicaragua.
En segundo lugar, dijo, EE.UU. debe actuar de inmediato para imponer sanciones adicionales contra el régimen de Cuba en respuesta a que el gobierno de la isla mantiene encarcelado como rehén al contratista estadounidense Alan Gross.
El senador señaló que en tercer lugar Washington debe comprometerse a destinar fondos para la isla que se adhieran estrictamente a la Sección 109 de la Ley de Libertad y Solidaridad con Cuba, concebida para la promoción de programas democráticos en ese país.
