Una carta firmada por un grupo integrado por 19 senadores integrado por legisladores del oficialismo demócrata y de la oposición republicana en Estados Unidos, solicita al gobierno cubano la liberación incondicional del contratista Alan Gross.
“Tras dos años en una cárcel cubana, Gross y su familia han pagado un enorme precio personal”, dice la carta dirigida al jefe de la sección de intereses cubanos en Washington, Jorge Bolaño.
Este sábado 3 de diciembre de 2011 Gross cumplirá dos años de detención tras ser condenado por espía.
La carta lleva la firma de los legisladores demócratas Ben Cardin de Maryland; Barbara A. Mikulski de Maryland; Dick Durbin de Illinois; Carl Levin de Michigan; Bill Nelson de Florida; Sherrod Brown de Ohio; Richard Blumenthal de Connecticut; Ron Wyden de Óregon; Mary Landrieu de Lousiana; Bob Casey de Pennsylvania; Sheldon Whitehouse de Rhode Island; Chris Coons de Delaware; Herb Kohl de Wisconsin; Jack Reed de Rhode Island; y Frank R. Lautenberg de Nueva Jersey.
También fue firmada por los senadores republicanos Dean Heller de Nevada y Roy Blunt de Missouri y los independientes Joe Lieberman de Connecticut y Bernie Sanders de Vermont.
Según la misiva Gross ha perdido unos 45 kilos de peso y “padece numerosos problemas médicos”. Gross, de 62 años, padece de diabetes y su salud es motivo de preocupación para el gobierno estadounidense.
A la vez, los legisladores señalan en la carta que “la hija y la madre de Gross padecen cáncer, y su esposa tiene problemas económicos”.
En términos de la relación entre Estados Unidos y Cuba, los senadores indican que la detención de Gross “es un gran obstáculo en las relaciones bilaterales" entre ambos países, por lo que “urgimos que liberen a Gross por motivos humanitarios inmediatamente”, destacan. Estados Unidos y Cuba no tienen relaciones diplomáticas desde hace más de medio siglo.