Luego de causar pocos daños en Puerto Rico y las Islas Vírgenes, el huracán Dorian se dirigía hacia Estados Unidos este jueves, específicamente hacia Florida y Georgia, y los meteorólogos prevén que con las aguas cálidas se fortalecerá más al acercarse.
Según el boletín de las 5:00 p.m. del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), Dorian se encontraba a 330 millas (535 km) del sureste de Las Bahamas, con vientos de hasta 85 millas por hora (140 km por hora).
“Se espera que Dorian se convierta en un huracán mayor el viernes y permanezca como huracán extremadamente peligroso durante el fin de semana”, advierte el boletín.
El centro pronostica también que sectores costeros del sureste de Estados Unidos reciban entre 5 a 10 pulgadas de lluvia debido al huracán.
Si bien aún no se tiene claro la ruta del huracán, se espera que golpee a Estados Unidos el lunes en alguna parte entre los Cayos de Florida y el sur de Georgia. A lo largo de la costa este de Florida, los gobiernos locales comenzaron a organizarse y los residentes a abastecerse.
“Animo a todos los floridanos a seguir monitoreando y prestar atención a todas las advertencias”, indicó el jueves en la noche el gobernador Ron DeSantis, quien ya declarado estado de emergencia para 26 condados.
Por su parte, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, declaró estado de emergencia para los 12 condados más cercanos a la costa del estado y así poder libera recursos estatales para preparativos de emergencia y respuesta.
El presidente Donald Trump, quien canceló un viaje a Polonia para monitorear la situación, indicó en un corto video en su cuenta de Twitter el jueves en la noche que ha sido “interesante” porque pensaban que iba ser una tormenta pequeña pero que “tuvimos suerte” porque no pasó directamente por Puerto Rico.
“Estamos listos (…) estén atentos y a salvo”, indicó el mandatario, explicando que todavía no se sabe que tan grande puede convertirse o en dónde va impactar. Afirmó que parece que podría convertirse en un “monstruo absoluto”.
