Nuevos disturbios se produjeron en las calles de Belfast, la capital del Norte de Irlanda, cuando la policía impidió que nacionalistas irlandeses se enfrentaran con protestantes tras el tradicional desfile de la Orden del Orange, que celebra la victoria protestante del siglo XVII sobre católicos.
La segunda noche de enfrentamientos entre los protestantes y católicos en el sector de Ardoyne, en el norte de la capital, han dejado civiles y policías heridos, en una de las olas de violencia más intensa en la provincia en años.
Los funcionarios del gobierno de Irlanda del Norte han llamado a estas dos noches de violencia la peor reacción después de un largo período de silencio.
La policía ha tratado de dispersar a la multitud con cañones de agua y balas de plástico, pero los revoltosos se defienden lanzado bombas molotov, ladrillos y fuegos artificiales.
Agentes policiales han sido heridos durante los levantamientos que recuerdan la victoria protestante en la Batalla de Boyne en 1690.
Decenas de miles de protestantes marchan en Irlanda Del Norte cada año para conmemorar la victoria del rey Guillermo sobre el rey católico Jacobo, rivales por los tronos de ingleses, escoceses e irlandeses.
Los disturbios surgieron a finales de mayo de 2011, después de dos noches de violencia en las que dos personas recibieron disparos en las piernas.
A principios del corriente mes de julio de 2011, seis policías de Irlanda del Norte resultaron heridos en disturbios similares en Belfast después de una marcha protestante. Lo que la policía inicialmente llamo "un trastorno significativo" se convirtió en algo más. Los oficiales recibieron heridas leves cuando fueron alcanzados por ladrillos y piedras arrojados por los jóvenes.
No está claro qué provocó los levantamientos que se produjeron al inicio de la temporada de desfiles anuales. Sin embargo, se ha entendido que los protestantes leales en Irlanda del Norte quieren seguir siendo parte del Reino Unido, como los republicanos católicos quieren liberarse del gobierno británico y unirse a la republica irlandesa.
De todas formas, la policía ha culpado a la Fuerza de Voluntarios del Ulster, un grupo de protestantes paramilitares, por haber comenzado los disturbios.
Los acuerdos del Viernes Santo de 1998 prácticamente terminaron con 30 años de violencia sectaria en la provincial y llevaron a la creación de una asamblea de gobierno compartido.