Un reciente estudio gubernamental indica que el abuso a los menores ha disminuido en Estados Unidos, algo contrario a lo que algunos proyectaban como consecuencia de la recesión que afronta el país.
Las figuras de este extenso análisis demuestran que entre 2008 y 2010, las fatalidades que involucran menores de edad se han disminuido en un 8,5%.
El reporte realizado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos estima que el promedio de casos de abuso es de 10 entre 1.000 niños en 2010, alcanzando el menor nivel desde que se mantiene registro en el sistema, 1990.
“La recesión no ha tenido el efecto draconiano que algunos temían. Las predicciones fatalistas y pesimistas no son ciertas”, indicó Richard Gelles, decano de la Facultad de Política Social de la Universidad de Pennsylvania.
De los casos analizados y registrados un 80% de los responsables del abuso son los padres y un 6% otros familiares.
El informe utilizó información de la agencias de protección al menor de todos los estados.