Un divertido viaje al pasado, para algunos, y el descubrimiento de una banda sin igual, para los más jóvenes, representa la llegada al cine de Los Muppets.
Un triunfo de nuestra infancia, de la sencillez, la inocencia y el ridículo de un grupo de amigos subrreales que nunca aspiran a la grandeza porque están diseñados para hacernos reír.
La trama no es nada nueva, para quienes conocemos de antes a este grupo singular. Bajo la dirección de la Rana René, el más noble de los títeres, y la fineza de la señorita Piggy, Los Muppets intentan regresar del pasado para rescatar al resto de criaturas amigas de ser olvidadas y relegadas de la historia moderna.
Al elenco se une Walter, un títere idealista con acento hispano, que empuja al resto del grupo a creer que “mientras existan los Muppets, habrá esperanza”. Yo estoy totalmente de acuerdo.