La disminución en los nuevos casos en China del coronavirus continuó este miércoles, pero sus efectos negativos continúan registrándose alrededor del mundo con señales del impacto que podría tener en la economía mundial.
La Comisión Nacional de Salud de China informó de 2.015 nuevos casos en las últimas 24 horas, un declive por segundo día consecutivo. En total el virus ha infectado a unas 45,000 personas y matado a más de 1,100.
Mientras la disminución en los contagios el gobierno chino se lo atribuye a sus férreas medidas de control, las autoridades estadounidenses mantienen una actitud de escepticismo y han enviado una delegación a China para verificar la exactitud de las cifras.
En tanto, alrededor del mundo el temor al coronavirus ha alterado eventos comerciales, espirituales y políticos. El miércoles la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), anunció que ha reducido su cálculo de la demanda de crudo para el 2020.
"La principal razón tras esta revisión es el brote de coronavirus y su esperado impacto en la demanda de petróleo de China y, por extensión, del mundo", indicaron los técnicos de la OPEP en un informe.
La OPEP redujo el incremento previsto para el 2020 en 230,000 barriles diarios, dejando el aumento final en menos de un millón de barriles diarios, una reducción de casi una quinta parte de lo anticipado.
La reducción de la demanda estimada se debe en buena medida a la cancelación de vueltos en las distintas rutas mundiales y a la reducción de la productividad china, luego que el gobierno de Pekín extendiera las festividades del Año Nuevo Lunar para intengar controlar el brote.
En Barcelona, una de las más importantes ferias tecnológicas del mundo, el Congreso Mundial del Móvil, fue cancelada y para intentar controlar las pérdidas, los hoteles decidieron cobrar el 50 por ciento del valor de las reservaciones canceladas.
No sólo los empresarios han quedado estáticos. En Hong Kong, las protestas que durante meses han sacudido a la zona, han ahora quedado en nada. En las calles se ven aglomeraciones de personas que antes reclamaban democracia, pero ahora exigen mascarillas, que están escaseando.
Ni las figuras internacionales han quedado libres de la amenaza del coronavirus. El líder espiritual del Tibet, el Dalai Lama, ha cancelado todas sus actividades y viajes de los próximos meses.
Japón tiene 174 casos reportados. Pero todos en un barco crucero anclado en Yokohama. A los pasajeros no se les ha permitido bajar del barco y los enfermos están siendo tratados a bordo.
Otro barco crucero, de bandera estadounidense, que había sido rechazado en varios países finalmente fue autorizado para anclar en Camboya. Esto a pesar que no hay ningún caso de coronavirus reportado a bordo.