El mayor evento de tecnología móvil del mundo, el Mobile World Congress, programado para comenzar el próximo 24 de febrero en Barcelona, España, se canceló el miércoles debido a la epidemia de coronavirus, que ha ahuyentado a muchas importantes compañías del evento.
Más temprano en el día, las autoridades españolas de salud pública afirmaron que no habían razones para cancelar la feria, aunque la principal meta del gobierno es proteger la salud de los asistentes.
Estos comentarios tuvieron lugar después de presiones tras bastidores a las autoridades españolas para declarar que el evento en Barcelona presentaba un riesgo de salud pública.
Las compañías estadounidenses Cisco, Intel, AT&T, Facebook y McAfee, anunciaron el martes que no asistirían a la feria, mientras que las europeas Deutsche Telekom, Vodafone, BT y Nokia cancelaron también su participación.
La GMSA, que organiza el evento, prohibió la presencia de delegados provenientes de la provincia de Hubei, donde apareció el brote de coronavirus en enero.
Los principales exponentes de China, entre ellos Huawei, prometieron asistir, y ordenaron a sus empleados aislarse voluntariamente y buscaron reemplazos para su personal en riesgo.
Este evento de la industria de las telecomunicaciones generalmente arrastra a más de 100.000 visitantes a Barcelona y representa una gran entrada de dinero para la economía de España.
Miles de empresas del sector de la tecnología asisten cada año para dar a conocer sus principales novedades.
En esta edición se esperaba la exposición de nuevos dispositivos compatibles con las redes de quinta generación, el 5G, que en esta temporada debe acelerar su despliegue a nivel mundial.
La GSMA convocó para este miércoles a su junta directiva a una reunión virtual para discutir sus opciones, entre ellas la cancelación de la feria.
El total de infecciones de coronavirus en China ya alcanza los 44.653, y 1.113 personas han muerto de la enfermedad.
Los organizadores de la feria de Barcelona habían preparado una serie de medidas de seguridad, como una política de no apretones de manos, la limpieza de los espacios de mayor tránsito de personas, la instalación de dispensadores para desinfección y cambiar las coberturas los micrófonos utilizados.