El gobierno del presidente Donald Trump defenderá "con vigor" el bloqueo de la justicia al decreto que cerraba las fronteras del país a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, adelantó este jueves el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer.
"Tenemos la intención de apelar esta decisión", dijo Spicer, después de que el propio Trump anunciara que podría llevar el caso a la Corte Suprema.
El juez federal Theodore D. Chuang de la ciudad de Greenbelt, estado de Maryland y Derrick K. Watson, de Hawaii, congelaron la implementación de la edición revisada del decreto migratorio de Donald Trump.
También el juez federal del estado de Washington James Robart, quien bloqueó el primer decreto migratorio, decidió una suspensión temporal de 14 días del nuevo antes las demandas de ese territorio y de Oregón.
La decisión judicial deja sin efecto la sección dos de la orden: prohibir la entrada de ciudadanos de Siria, Libia, Somalia, Yemen, Sudán e Irán por 90 días. También bloquea la sección seis, que suspende la entrada a Estados Unidos de refugiados por 120 días.
El portavoz insistió en que Trump tiene la autoridad para emitir la orden. "El peligro (de llegada de terroristas a EE.UU.) es real y la ley es clara", indicó Spicer, quien aseguró que Trump "está profundamente en desacuerdo con la sentencia errónea tanto en el razonamiento como en el ámbito de acción".
Spicer aseguró que el Gobierno está explorando "todas las opciones" para contrarrestar las decisiones de los jueces federales, que argumentan que la orden de Trump no ofrece evidencias sólidas referidas al riesgo terrorista y discrimina contra personas por razón de religión y nacionalidad.
Después de conocer la decisión, el presidente Donald Trump, emitió críticas sobre ella y manifestó que buscará revertirla.
La Casa Blanca confió en que la segunda orden ejecutiva, que no afectaba a residentes permanentes, sacaba a Irak de la lista de países afectados y no suspendía indefinidamente la acogida de refugiados sirios, podría superar los desafíos judiciales.