Cuba arremetió el miércoles contra NBC News al catalogar de "conspiración sin evidencias ni fundamento" el reporte que apuntó a Rusia como autor de los misteriosos ataques a 26 diplomáticos de Estados Unidos en la isla.
NBC News reportó el martes que Rusia es el principal sospechoso en la investigación que realizan agencias de Estados Unidos acerca de las enfermedades reportadas por diplomáticos estadounidenses basados en Cuba y China.
La información la atribuyó a tres funcionarios estadounidenses no identificados y a otras dos personas informadas sobre la investigación que realizan en conjunto el FBI, la CIA y otras agencias acerca de los incidentes aún sin aclarar.
"El irresponsable artículo de NBC involucra a un tercer país en los incidentes de salud de diplomáticos estadounidenses, citando a funcionarios anónimos, sin evidencias y claramente tratando de sugerir una conspiración usando tácticas típicas de un tabloide", escribió en Twitter el jefe para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío.
El reporte de NBC News el martes aclaró, no obstante, que las evidencias procedentes de las comunicaciones interceptadas durante la investigación no son suficientemente concluyentes como para que Estados Unidos atribuya la culpa públicamente a Moscú.
En otro texto escrito en español también en la red social Twitter, el funcionario cubano acusó al artículo de NBC News de prestarse para un "juego peligroso (...) invententando intrigas".
El Gobierno de Cuba ha negado insistentemente tener responsabilidad alguna en los hechos.
En julio pasado funcionarios de Estados Unidos dijeron que siguen tras las pistas de estos sucesos, pero admitieron que aún no saben quién o qué estuvo detrás de las misteriosas enfermedades, que comenzaron en 2016 y afectaron a 26 estadounidenses.
Los síntomas han incluido pérdida de audición, vértigo, dolores de cabeza y fatiga, un patrón consistente con una "lesión cerebral traumática leve", dijeron los funcionarios del Departamento de Estado.
Estados Unidos también informó en junio que regresó a un grupo de diplomáticos a su casa desde la ciudad de Guangzhou, China, ante la preocupación de que padecían una enfermedad misteriosa que se asemejaba a una lesión cerebral.
El funcionario cubano descartó incluso en uno de sus mensajes publicados en inglés y español en Twitter que no hubo armas involucradas en los sucesos que han dañado aún más las ya tensas relaciones entre La Habana y Washington durante la presidencia de Donald Trump.
"Investigaciones realizadas por agencias especializadas de Estados Unidos y Cuba descartan el uso de armas de ningún tipo", enfatizó Fernández de Cossío.
Investigación en marcha
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, tras el reporte de NBC News insistió en que "la investigación está aún en marcha" y aseguró "no se ha culpado a nadie" todavía.
Las supuestas agresiones contra los diplomáticos estadounidenses en Cuba tuvieron lugar entre noviembre de 2016 y agosto de 2017.
El ejército de Estados Unidos ha estado tratando de realizar una ingeniería inversa del arma o las armas utilizadas para dañar a los diplomáticos, incluida la prueba de varios dispositivos en animales, dijo NBC, citando a funcionarios de la administración Trump y asesores del Congreso.